El oficio donde las máquinas de escribir aún sobreviven en Bolivia

Rogelio Condori aporrea sin pausa las teclas de la máquina de escribir con la mirada fija en el papel. Ataviado de traje y sombrero, rellena formularios como escribe palabras de amor, absorto entre el bullicio de una calle del centro de La Paz repleta de autos y vendedores ambulantes.