Ciudad de Guatemala (AFP) – El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el italiano Filippo Grandi, expresó este martes en Guatemala su preocupación por los riesgos que corren miles de centroamericanos a causa del desplazamiento forzado por la violencia.
Los migrantes que viven un desplazamiento forzado «son víctimas de violencia, vejaciones, prostitución, abusos sexuales y trata de blancas» por parte de grupos criminales, afirmó Grandi en una rueda de prensa al iniciar una visita de dos días a Guatemala.
El diplomático italiano se reunió con el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, como parte de la gira con la que visitará México, El Salvador, Honduras y Costa Rica.
«La visita es para familiarizarme con la situación en el fenómeno más amplio de la migración y la movilidad humana en Centroamérica y por supuesto por México y los Estados Unidos», explicó.
El jefe del ACNUR inaugurará el miércoles una oficina en el norteño departamento de Petén, fronterizo con México, para atender a migrantes que enfrenten problemas en Guatemala, principalmente de Honduras y El Salvador.
Ese mismo día tiene previsto viajar por tierra hasta Villa Hermosa, capital del estado mexicano de Tabasco, para conocer de cerca la ruta que utilizan los migrantes. De ahí tomará un avión hacia Ciudad de México, precisó.
De acuerdo con el funcionario, su visita al istmo es para «conocer la perspectiva regional sobre el desplazamiento forzado» e impulsar un programa de protección para los migrantes.
El canciller guatemalteco, Carlos Raúl Morales, dijo en tanto que el programa «busca la participación plena de todos los países de la región y el compromiso con la solución de los problemas de las personas que buscan refugio o cierto tipo de protección».
«Lo que se busca son mecanismos de protección a refugiados, a personas sin importar de qué nacionalidad» son, agregó Morales, quien indicó que 312 migrantes reciben resguardo en Guatemala, principalmente salvadoreños y hondureños.
Miles de centroamericanos, en especial de El Salvador, Guatemala y Honduras huyen de sus países para escapar de la violencia criminal.