Washington (AFP) – El Ejército de Estados Unidos continuará con su derribo experimental de un misil balístico intercontinental disparando dos interceptores simultáneos en una ojiva simulada entrante en una prueba de «mundo real» el próximo año, dijo el miércoles un funcionario del Pentágono.
Las pruebas de alta tecnología y extremadamente costosas de las defensas de misiles estadounidenses ocurren mientras Corea del Norte continúa avanzando con el desarrollo de ICBM potencialmente nucleares.
El primer éxito del miércoles en batir un ICBM falso en el cielo mientras que se dirigía hacia Estados Unidos fue denominado un «hito crítico» en consolidar las defensas de misiles del país.
Sin embargo, con sólo 44 de los costosos misiles terrestres interceptores que se espera estén en servicio a finales de este año, la próxima prueba no tendrá lugar hasta finales de 2018, dijo el vicealmirante Jim Syring, director de la Agencia de Defensa de Misiles.
«Queremos ejercitar el sistema de defensa contra misiles terrestres (GMD) con más de un interceptor para recolectar datos», dijo Syring en una conferencia de prensa del Pentágono.
Disparar dos misiles interceptores en un objetivo ICBM entrante ayudaría a entender lo que el segundo hace después de que el primero destruya el objetivo, dijo.
Este escenario es «el siguiente paso en un creciente realismo operacional», dijo a periodistas.
En la exitosa prueba del martes se vio a un interceptor de misiles salir al espacio desde la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California y luego desplegar su «Exo-atmospheric Kill Vehicle«, que se estrelló contra el falso ICBM, destruyéndolo.
El ejército estadounidense describe la intercepción como algo similar a golpear una bala con otra bala, aunque a velocidades mucho más altas.
Syring dijo después de la prueba que «demuestra que tenemos un freno capaz y creíble contra una amenaza muy real».
– La amenaza de Corea del Norte –
La prueba de defensa contra misiles se produjo un día después de que Corea del Norte probó otro misil balístico, el último de una serie de lanzamientos que han aumentado las tensiones sobre la búsqueda de Pyongyang de desarrollar armas capaces de golpear a Estados Unidos.
Hasta ahora, las pruebas de Corea del Norte han involucrado misiles balísticos de corto y medio alcance.
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Pero el miércoles, después de la prueba estadounidense, Pyongyang sugirió que estaba preparado para lanzar un misil balístico de largo alcance en un futuro próximo.
«Estamos preparados para probar los ICBMs en cualquier lugar y en cualquier momento a órdenes del comandante supremo (Kim Jong-Un)», dijo Rodong Sinmun en un artículo titulado: «Nadie puede detener el estado de la energía nuclear, ingeniería maestra espacial en el Este.»
El documento agregó: «Estados Unidos debe saber que nuestra declaración de que podemos convertir en cenizas la guarida de los demonios con armas nucleares no es una amenaza vacía».
El portavoz del Pentágono, el capitán de la Armada Jeff Davis, dijo que la prueba del martes no fue programado específicamente en respuesta a Pyongyang, pero que «en un sentido amplio, Corea del Norte es una de las razones por las que tenemos esta capacidad».
También señaló la creciente capacidad de los misiles de Irán.
Con sus misiles interceptores basados en California y Alaska, el sistema GMD sigue siendo altamente experimental y costoso. La prueba del martes costó solamente unos 244 millones de dólares para llevarse a cabo.
Se demostró que bajo ciertas condiciones puede detener una amenaza de ICBM de movimiento rápido y de gran altitud.
Pero los interceptores estarían abrumados por un ataque a gran escala de países como Rusia o China, que podrían disparar docenas de misiles a la vez.
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