Tegucigalpa (AFP) – Decenas de policías hondureños reprimieron con gases la noche del lunes a cientos de opositores que marcharon en la capital, un año después de las elecciones en las que fue reelecto el presidente Juan Orlando Hernández, a quien exigen renunciar y acusan de «fraude» en esos comicios.
Los manifestantes se acercaban a la casa presidencial (sur) cuando fueron enfrentados por los policías, con una avalancha de bombas lacrimógenas y chorros de agua de una tanqueta.
Algunos manifestantes se dispersaron en medio de la capa de humo en una estampida, pero otros contraatacaron con piedras, con saldo de al menos dos personas lesionadas, incluyendo un periodista, y otras intoxicadas por el gas.
Un periodista del canal crítico del gobierno Unetv, Geovany Sierra, fue trasladado a un hospital después de mostrar, en una transmisión en directo, una herida en un brazo supuestamente de un balazo.
Un activista del partido izquierdista Libre, Miguel Briceño, aseguró en el mismo canal que los policías «dispararon bala viva contra las personas».
Al grito de «Fuera JOH», en alusión a las iniciales del presidente, más de 1.000 personas, según estimaciones de la prensa, salieron caminando desde la sede de la Universidad Pedagógica hacia el edificio de la casa presidencial.
La movilización fue convocada por el opositor partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), coordinado por Manuel Zelaya, expresidente derrocado en 2009 y líder de la izquierda hondureña.
«Llegó el momento en que la población hondureña debe asumir el papel ante un Estado narco y corrupto», afirmó Zelaya a periodistas durante la marcha.
Recordó que Juan Antonio Hernández, de 40 años, hermano menor del presidente, fue capturado el viernes en Miami, y compareció este lunes en una corte de Nueva York donde fue señalado como un «narcotraficante de gran escala».
Libre convocó la movilización para conmemorar el aniversario de las elecciones.
Tras los comicios del 26 de noviembre de 2017, los opositores salieron a bloquear calles durante más de un mes en diferentes zonas del país reclamando la victoria del candidato de la oposición, Salvador Nasralla, y alegando fraude de Hernández para reelegirse.
Al menos 22 manifestantes murieron en esas protestas, según organismos internacionales.