Buenos Aires (AFP) – El gobierno de Mauricio Macri negó este jueves que Argentina esté sufriendo «un fracaso económico» y atribuyó la crisis cambiaria a vulnerabilidades internas y turbulencias externas, mientras se comprometió a avanzar en cambios estructurales del país.

«No estamos ante un fracaso económico. Es un cambio profundo (del país), estamos bien encaminados», dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la apertura del Consejo de las Américas en Buenos Aires.

«Estamos muy convencidos de que hay un rumbo claro, de que de esta crisis vamos a salir fortalecidos», agregó el hombre de confianza de Macri.

Tras el desplome de 6,99% del peso argentino el miércoles, la moneda se ubicaba en 35,79 pesos por dólar a media hora de la apertura de los mercados el jueves, con una depreciación de 3,66% respecto del cierre anterior y acumulando una pérdida de 12% en la semana.

Peña atribuyó la desconfianza de los mercados a la historia de Argentina en los últimos 70 años, en los que los sucesivos gobiernos no hicieron lo suficiente para remediar problemas estructurales, dijo.

«Somos el país que más veces ha vulnerado sus contratos internacionales en el mundo, que más veces ha mentido y engañado al resto y que demuestra una y otra vez, hasta ahora, que no está dispuesto a buscar el equilibrio fiscal para depender de sus propios recursos», admitió el jefe de Gabinete.

Peña insistió en que el camino que emprendió el gobierno de Macri, desde que asumió en diciembre de 2015, es «de equilibrio fiscal, de desarrollo y crecimiento».

Atribuyó las últimas turbulencias cambiarias, a las «vulnerabilidades estructurales» que quedaron expuestas tras los problemas surgidos producto de una sequía histórica que afectó al sector agrícola, principal generador de divisas en Argentina, y de «un cambio de contexto financiero y comercial en el mundo, fundamentalmente a partir de las tensiones entre Estados Unidos y China».

En ese sentido, defendió el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que otorgó un préstamo de 50.000 millones de dólares a tres años, y que se mostró dispuesto a acelerar los desembolsos del auxilio financiero.

«No hay soluciones mágicas, hay que ir por la verdad», agregó.