Washington (D.C.).- El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) anunció una actualización significativa de su Manual de Políticas que cambia la manera en que se evaluarán las solicitudes de beneficios migratorios.
La agencia estableció que cualquier vínculo con ideologías antiamericanas, organizaciones terroristas o actividades antisemitas será considerado un factor negativo determinante al momento de aplicar la discreción en casos migratorios, incluyendo permisos de permanencia temporal y otras peticiones de beneficios.
La medida, que entró en vigor de inmediato y aplica tanto a solicitudes pendientes como a nuevas, busca fortalecer el proceso de verificación de antecedentes y reducir el riesgo de otorgar beneficios migratorios a extranjeros cuyas acciones o posturas representen una amenaza a la seguridad nacional o a los valores democráticos de Estados Unidos.
USCIS recalcó que el cumplimiento con las leyes migratorias es un componente esencial en cualquier análisis discrecional, pero ahora añade un énfasis renovado en conductas o apoyos a ideologías consideradas antiamericanas.
El portavoz de la agencia, Matthew Tragesser, explicó la lógica detrás de la actualización.
«Los beneficios de Estados Unidos no deben dársele a aquellos que desprecian al país y promueven ideologías antiamericanas». Dijo.
«El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos está comprometido a implementar políticas y procedimientos que erradiquen el antiamericanismo y apoyen las medidas rigurosas de verificaciones de antecedentes e investigaciones de seguridad a la mayor medida posible».
El funcionario también reiteró que vivir y trabajar en Estados Unidos es un privilegio, no un derecho, y que ese principio guía las nuevas directrices.
Entre los cambios más destacados figura la ampliación de las investigaciones en redes sociales. Ahora, los oficiales de USCIS podrán incluir verificaciones destinadas a detectar actividades antiamericanas en línea, lo que implica una mayor supervisión digital de solicitantes de beneficios. La actividad antiamericana, según la agencia, será evaluada como un elemento negativo contundente dentro de cualquier análisis discrecional. Esto significa que publicaciones, interacciones o apoyos a grupos extremistas en redes podrían tener un impacto directo en la decisión de otorgar o negar un beneficio migratorio.
El Manual de Políticas también especifica que los oficiales considerarán de manera particular los casos en que el extranjero haya respaldado, promovido o se haya solidarizado con grupos terroristas o con organizaciones vinculadas al antisemitismo.
Este criterio busca garantizar que individuos que hayan promovido, apoyado o normalizado ideologías de odio, ya sea contra Estados Unidos o contra comunidades específicas como la judía, no accedan a privilegios migratorios.
Además, las guías actualizadas incluyen directrices claras sobre cómo aplicar la discreción en casos relacionados con la categoría de inversionistas EB-5. Estos visados, destinados a extranjeros que realizan inversiones significativas en la economía estadounidense, podrán ser negados cuando exista evidencia de amenazas al interés nacional, fraudes, engaños, representaciones falsas o uso indebido con fines delictivos.
Con ello, USCIS refuerza la idea de que incluso programas diseñados para atraer capital extranjero no deben ser una puerta de entrada para actividades fraudulentas o perjudiciales.
La medida refuerza también el principio de coherencia en la adjudicación de casos. Según la actualización, los oficiales deben tomar en cuenta si la solicitud fue presentada de acuerdo con las leyes, regulaciones y políticas vigentes al momento de la aplicación.
Esta disposición busca evitar interpretaciones arbitrarias y garantizar un estándar uniforme en las decisiones.
La agencia recordó que estas guías, contenidas en el Volumen 1 del Manual de Políticas, sustituyen cualquier instrucción previa relacionada y tienen efecto inmediato sobre todos los casos en curso. Esto marca un endurecimiento en la política migratoria, alineado con un enfoque más estricto hacia la seguridad nacional y la protección contra ideologías consideradas hostiles hacia Estados Unidos y sus aliados.
Con este cambio, USCIS no solo enfatiza el cumplimiento de la ley, sino que amplía la evaluación a esferas más amplias de la conducta de los solicitantes, incluyendo sus actividades digitales y sus posturas ideológicas.
La decisión responde a un contexto internacional en el que el extremismo, la radicalización en línea y la propagación de discursos de odio han aumentado. En consecuencia, la política refuerza la facultad de los oficiales de inmigración para negar beneficios en situaciones donde se perciba una amenaza a la seguridad o a los valores fundamentales del país.
Aunque la actualización será vista por algunos sectores como una medida necesaria para salvaguardar la seguridad nacional, también podría abrir debates sobre libertad de expresión, derechos individuales y el alcance de la vigilancia digital en procesos migratorios.
Lo cierto es que la decisión marca un precedente en la forma en que la ideología y la actividad en redes sociales entran en la ecuación de la política migratoria estadounidense.