Punta Arenas (Chile).- Durante su más reciente temporada, Las Torres Patagonia, empresa turística ubicada en el corazón del Parque Nacional Torres del Paine, en la región de Magallanes, implementó un conjunto de innovadoras iniciativas que le permitieron transformar residuos de sus distintos servicios en materias primas útiles para nuevas producciones.
A través de procesos creativos, ecológicos y técnicamente viables, la compañía logró reducir su huella ambiental, aportando al mismo tiempo valor dentro de sus propias operaciones turísticas.
Uno de los avances más destacados se desarrolló en el Hotel Las Torres, el principal servicio de alojamiento del complejo, donde se instaló un alambique artesanal en el bar con el fin de destilar restos de cerveza que no fueron servidos al público.
Este equipo, que funciona en ciclos de aproximadamente una hora, permitió recuperar 5 litros de alcohol etílico a partir de 176 litros de cerveza descartada. Dicho alcohol se utilizó como base para la elaboración de gin y whisky, ofreciendo una nueva vía de aprovechamiento de productos previamente considerados como pérdida.
La iniciativa no se detuvo allí. Paralelamente, el bar incorporó dos vinagreras que permitieron fermentar 102 litros de cerveza en desuso, logrando convertirlos en 81 litros de vinagre. Katherine Romero, ingeniera medioambiental a cargo de estos procesos, aseguró que se trabajó exclusivamente con cerveza que no estuvo en contacto con personas, lo que garantiza la seguridad e higiene del procedimiento.
Para Romero, estas prácticas «no solo han permitido reducir significativamente el impacto ambiental del bar, sino que también han fortalecido una cultura de responsabilidad y conciencia ecológica dentro del equipo».
En cuanto al manejo general de residuos sólidos, la empresa implementó un sistema de segregación eficiente que permitió clasificar y entregar materiales como cartón, plástico y latas a una empresa especializada en reciclaje.
Durante la temporada 2024-2025 se enviaron 4.275 kilogramos de residuos para su recuperación, un logro relevante dentro de un ecosistema protegido como lo es Torres del Paine.
Otra acción clave se desarrolló en el restaurante del hotel, donde se puso en marcha un nuevo protocolo sanitario para recuperar huesos limpios generados por las cocinas. En total, más de 83 kilos fueron destinados a la huerta biointensiva de la compañía, donde fueron procesados para obtener harina de huesos, un fertilizante natural con alto contenido de minerales.
Este producto, aunque no reemplaza los nutrientes del compost, es esencial para enriquecer el suelo y aumentar su diversidad mineral. Catalina Rojas, encargada de la huerta, explicó que este tipo de insumos son fundamentales para mantener la productividad y salud del suelo.
“La harina de huesos es un buen fertilizante; aporta minerales, un elemento que muchas veces se deja de lado”, dijo Rojas.
La huerta biointensiva, ubicada también dentro del complejo turístico, tuvo una temporada especialmente productiva. En los seis meses de operación, logró un aumento del 18 % en su rendimiento respecto al año anterior, cosechando un total de 1.897 kilogramos de alimentos frescos, libres de químicos y pesticidas.
Entre los productos cultivados destacan papas regionales, frutales como peras, manzanas, ciruelas y cerezas, además de una amplia variedad de albahacas, incluyendo limón, morada, hoja ancha y sagrada. También se cultivaron flores comestibles, en línea con la tendencia de cocina sustentable.
Uno de los pilares del éxito de esta producción fue la gestión del compost. Gracias a la recepción de 19.538 kilos de residuos orgánicos generados dentro del hotel, se logró producir 2.677 kilos de compost que fueron reintegrados a la tierra.
Para Rojas, esta práctica cierra un ciclo de reciprocidad con el entorno.
“No buscamos solo usar este recurso, sino también generar un ciclo que sea recíproco, donde nosotros utilizamos la tierra, pero también la alimentamos, cuidamos y protegemos”, dijo.
Finalmente, uno de los logros más relevantes fue la capacidad de la huerta para adaptarse a las adversas condiciones climáticas de la Patagonia. Durante esta temporada se cultivaron con éxito 55 especies vegetales distintas, una cifra que demuestra tanto la eficiencia del equipo como el compromiso de la empresa con la producción local y sostenible.