Cleveland (Ohio).- Existen muchos conceptos erróneos sobre la testosterona baja, lo cual puede causar confusión en los hombres.
Entonces, ¿cómo pueden saber si realmente la padecen o si padecen otra afección?
«Es un tema muy comentado. Hay muchísimos artículos de prensa al respecto, muchísimos podcasts, y todos intentan averiguar si tienen niveles bajos de testosterona. En definitiva, se trata de una persona que presenta tanto los síntomas de testosterona baja como los valores de laboratorio que la reflejan”, afirmó la Dra. Raevti Bole, uróloga de la Clínica Cleveland.
«La combinación de ambos factores da una idea bastante precisa de si una persona padece lo que llamamos deficiencia de testosterona».
La Dra. Bole afirmó que la testosterona desempeña un papel importante en los hombres, contribuyendo a aspectos como el crecimiento muscular, el metabolismo, la energía y el deseo sexual.
Los niveles bajos de testosterona son más comunes en hombres mayores, pero pueden presentarse a cualquier edad y estar causados por otros problemas médicos como la obesidad, el tratamiento del cáncer y el daño testicular.
Los síntomas pueden variar, pero generalmente incluyen fatiga, disminución de la masa muscular, disminución del deseo sexual o disfunción eréctil.
Añadió que estos síntomas también pueden deberse a otras afecciones, por lo que los niveles bajos de testosterona podrían ser parte de un panorama más amplio.
«Se necesita una conversación, además de un análisis de laboratorio, para intentar determinar qué parte de esto es testosterona, qué parte podría estar relacionada con otros factores del estilo de vida y qué otras afecciones médicas padece. Y luego, integrar todo de una manera que tenga sentido para la persona que tiene enfrente», explicó la Dra. Bole.
La especialista explicó que hay muchas maneras de recibir tratamiento con testosterona según su horario y preferencias.
También advierte contra el consumo de suplementos que afirman ayudar a aumentar la testosterona. No están regulados por la FDA y a menudo contienen contaminantes o sustancias que nunca se ha demostrado que mejoren la testosterona.
