San Diego (California).- Agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos han descubierto y desactivado un túnel de contrabando de drogas a gran escala que conectaba la ciudad de Tijuana, México, con el área de San Diego, California.
La estructura, que aún estaba en construcción al momento del hallazgo, mostraba un nivel de sofisticación técnica inusual para este tipo de operaciones. Con una extensión total de 2.918 pies —más de 890 metros—, el túnel se adentraba más de 300 metros dentro del territorio estadounidense y representaba una grave amenaza a la seguridad fronteriza.
El descubrimiento tuvo lugar a principios de abril, cuando el equipo especializado de túneles de la Patrulla Fronteriza del sector de San Diego detectó actividades inusuales en los alrededores del puerto de entrada de Otay Mesa. Tras una inspección detallada, los agentes accedieron al túnel, el cual se encontraba en proceso de excavación y apuntaba a un punto de salida próximo a una nave industrial en suelo estadounidense.
En su interior, los agentes encontraron instalaciones que evidenciaban una operación profesionalizada. El túnel contaba con cableado eléctrico, iluminación, un sistema de ventilación y un conjunto de rieles metálicos destinado al transporte de grandes cantidades de mercancía ilícita.
Las dimensiones internas de la estructura eran reducidas, pero suficientes para facilitar el tránsito de paquetes: 42 pulgadas de alto por 28 de ancho, con una profundidad máxima estimada de 50 pies bajo tierra.
Durante la primera incursión, los agentes se encontraron con múltiples barricadas improvisadas, aparentemente colocadas por los trabajadores del túnel para obstaculizar el avance de los oficiales hacia el sur y dificultar la identificación del punto de origen en territorio mexicano. A pesar de estos obstáculos, el equipo logró trazar el trayecto completo y coordinar acciones con las autoridades mexicanas para continuar la investigación al otro lado de la frontera.
El lunes siguiente al hallazgo, y como parte de un operativo conjunto con el Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y autoridades del Gobierno de México, se logró ubicar la entrada del túnel. Esta se hallaba oculta dentro de una vivienda particular en la colonia Nueva Tijuana. El acceso había sido cubierto recientemente con baldosas recién colocadas, lo que confirma la intención de ocultar su existencia ante posibles inspecciones.
«Mientras seguimos fortaleciendo la seguridad aérea y marítima de la nación, no es sorprendente que organizaciones criminales e incluso terroristas recurran a rutas subterráneas», declaró Jeffrey D. Stalnaker, jefe interino de la Patrulla Fronteriza en el sector de San Diego.
«La interrupción de túneles de contrabando de narcóticos es vital para proteger vidas estadounidenses. Estoy agradecido por la valentía de nuestros agentes del equipo de túneles y por la colaboración de nuestras contrapartes mexicanas».
Este descubrimiento se suma a una larga lista de túneles detectados en la región. Desde 1993, se han localizado y desmantelado más de 95 túneles similares en el área de San Diego, lo que evidencia un patrón persistente en el uso de esta técnica por parte del crimen organizado.
La Patrulla Fronteriza ha programado la inmediata clausura del túnel mediante la inyección de miles de galones de concreto, una medida que busca neutralizar de forma definitiva su posible uso por parte de organizaciones criminales o terroristas.
La agencia estadounidense insiste en que estos esfuerzos son parte de una estrategia integral para prevenir el tráfico ilícito de personas, drogas y otros productos a través de rutas no convencionales.
Asimismo, reiteran la importancia de la participación ciudadana para detectar movimientos sospechosos en zonas cercanas a la frontera. Cualquier actividad inusual puede ser reportada al 911 o directamente al sector San Diego de la Patrulla Fronteriza al número (619) 498-9900.