Nueva York (Nueva York).- La reciente proclamación de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) como organismo observador de la Asamblea General de las Naciones Unidas representa un hito significativo en la cooperación internacional, especialmente en los ámbitos educativo, científico y cultural. 

Este reconocimiento, formalizado durante el 78º periodo de sesiones de la Sexta Comisión de la Asamblea General de la ONU, impulsa un nuevo capítulo en el trabajo colaborativo entre ambas organizaciones.

El camino hacia este logro comenzó con la iniciativa de Argentina y España, respaldada por Colombia, El Salvador, Paraguay, Perú, Portugal y Uruguay. 

El esfuerzo conjunto culminó con la adopción de la resolución A/C.6/78/L.3, otorgando a la OEI un rol de observador en la ONU. Este nombramiento es un reconocimiento a la labor de la OEI en la promoción de la educación, la ciencia, la cultura y, en particular, en la educación en derechos humanos y democracia.

Mariano Jabonero, secretario general de la OEI, enfatizó que este reconocimiento permite a la organización participar activamente en las reuniones de alto nivel de la ONU. 

Resaltó que la OEI no solo busca fomentar la cooperación, sino también asegurarse de que esta sea efectiva y concreta. 

Además, la embajadora argentina ante la ONU, María del Carmen Squeff, subrayó la importancia de esta colaboración para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), destacando la vasta experiencia de la OEI en América Latina.

La OEI, desde 1949, ha sido un agente crucial en la cooperación Sur-Sur, promoviendo proyectos educativos, científicos y culturales en Iberoamérica

En sus más de 70 años, la OEI ha establecido más de 600 convenios de cooperación, destacándose por su rol en la reducción del analfabetismo y en la formación de docentes en la región.

Con el nombramiento como organismo observador,este organismo fortalece su posición para influir y contribuir en las políticas y programas de la ONU. 

La OEI ha participado en el Comité de Dirección Global del ODS4-Educación 2030 de la Unesco y ha colaborado con la Cepal en el análisis de la empleabilidad juvenil iberoamericana. Estas acciones subrayan el compromiso de la OEI con la educación equitativa y de calidad, así como con el desarrollo sostenible en la región.

Este acontecimiento no solo celebra el trabajo pasado y presente de la OEI, sino que también abre puertas a nuevas oportunidades de colaboración y diálogo en foros globales. 

Su integración en la Asamblea General de la ONU es un paso adelante en la construcción de un mundo más educado, justo y sostenible, donde la cooperación y el entendimiento mutuo son claves para el progreso.

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