San José (AFP) – Autoridades costarricenses decomisaron este jueves lingotes de oro, dinero y drogas en una «operación masiva» contra una red dedicada a la compra de oro extraído ilegalmente, con graves impactos ambientales, para exportar a ciudades estadounidenses, informó la policía judicial.

El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ, policía judicial), Walter Espinoza, dijo que esa entidad y la fiscalía emprendieron «una operación masiva en distintos sitios del país» para desmontar la estructura de exportación de oro.

El Ministerio Público (fiscalía) indicó que el oro fue convertido en lingotes para ser exportado a Estados Unidos, en una operación que podría configurar un delito de lavado de dinero, dado que el valor declarado en la exportación es inferior al valor de mercado.

Según la fiscalía, en 33 allanamientos realizados se detuvieron a al menos 27 personas sospechosas de delitos mineros, ambientales y de legitimación de capitales.

En los allanamientos las autoridades se incautaron de lingotes de oro, dinero en efectivo y droga, según la fiscalía.

Gran parte del mineral proviene de la zona norteña de Crucitas, cerca de la frontera con Nicaragua, donde la minera canadiense Infinito Gold pretendió desarrollar un proyecto de extracción de oro, pero fue bloqueado por la justicia por el impacto ambiental que tendría.

Daño ambiental

No obstante, el terreno de unas 70 hectáreas fue invadido por mineros ilegales, conocidos como «coligalleros», quienes han causado graves daños ambientales y contaminado ríos por el uso de cianuro y mercurio.

Espinoza dijo que la investigación comenzó en abril de 2019 cuando la policía aeroportuaria alertó al OIJ sobre un «aumento desproporcionado» en la cantidad de oro que se estaba exportando por el principal aeropuerto del país, cerca de San José.

«A partir de ese dato iniciamos análisis de lo que estaba sucediendo (…) y pudimos establecer que había un grupo de personas dedicadas de manera organizada a sacar oro de nuestro país en cantidades importantes», agregó.

La investigación reveló que esas personas adquirían el oro de coligalleros de Crucitas y de otros que operan en el parque nacional Corcovado, en la sureña península de Osa.

Desde abril de 2019 hasta la actualidad han salido por el aeropuerto 2.500 kilos de oro, valorados en 60 millones de dólares, dirigidos principalmente a las ciudades estadounidenses de Houston, Los Angeles y Miami.

Espinoza dijo que también se realizan incursiones en la zona de Crucitas y Corcovado para determinar los posibles delitos ambientales de la minería ilegal.

La policía ha realizado numerosas incursiones en Crucitas para desalojar a los coligalleros, muchos de ellos migrantes nicaragüenses, pero vuelven poco después.

El congreso costarricense prohibió la minería de cielo abierto en 2010, poco después de la anulación del contrato de Infinito Gold en Crucitas.

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