Washington (AFP) – El diálogo de Argentina con el FMI para reformular el crédito recibido para estabilizar su castigada economía siguen «muy activas», dijo el jueves el portavoz de la entidad, en un momento en que Buenos Aires trata de ganar la confianza del mercado y las protestas crecen en las calles.

Los equipos están trabajando para concluir las conversaciones «lo más rápido que sea posible», indicó a la prensa el representante del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gerry Rice. «El diálogo está muy activo ahora mismo», agregó.

Una misión liderada por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, llegó a comienzos de semana a Washington para negociar con el FMI el adelantamiento de desembolsos de un crédito por 50.000 millones de otorgado en junio. Buenos Aires ya recibió 15.000 millones de dólares y toda modificación de las condiciones requiere la aprobación de la junta del FMI.

Acechado por la caída de su moneda y la falta de confianza de los inversores, el gobierno del presidente Mauricio Macri espera que el FMI le anticipe desembolsos suficientes para cubrir sus obligaciones hasta fines de 2019.

«Argentina es muy diferente hoy que la última vez que se comprometió con el FMI y el FMI es una institución muy diferente que la última vez que se involucró con Argentina», dijo a los periodistas Rice.

«Queremos ser lo más apoyadores que podamos, trabajando de cerca con las autoridades argentinas para un mayor fortalecimiento del programa de fondos», dijo Rice.

El portavoz del FMI reiteró que se han hecho progresos en esas discusiones que ahora están continuando a nivel técnico.

«El gobierno por sí mismo ha insistido en la necesidad de rediseñar un plan de políticas para aislar mejor a Argentina de los recientes cambios en las mercados financieros globales», dijo Rice.

El país ya recibió 15.000 millones de dólares, en medio de una estampida cambiaria que comenzó en abril. Estas pérdidas de la moneda local se agravaron en los últimos días, atizadas por la falta de confianza en el gobierno de centro derecha de Macri y el impacto de la crisis de Turquía en las monedas de países emergentes.

– «Hay hambre y desesperación» –

Buenos Aires se propone aplicar un severo plan de austeridad para reducir drásticamente el rojo de sus cuentas, lo cual hace prever medidas impopulares que ya generan protestas en las calles.

Este jueves organizaciones sociales marcharon al Ministerio de Desarrollo Social para repudiar el ajuste y pedir ayuda para los sectores más empobrecidos.

«En nuestro barrio la gente está muy mal. Tenemos paciencia, mucha paciencia, pero ¿cuánto tiempo más va a pasar para que la angustia se vuelva bronca?. Hay hambre y desesperación, los comedores desbordan. Los gobiernos cambian y seguimos pobres. La desigualdad es mucha», dijo a la AFP Karina Ceballos de 43 años y madre de dos hijos.

Junto a ella marchó Guillermo Soto, de 49 años y sin trabajo estable desde 2002 cuando la crisis económica llevó a la quiebra a la curtiembre donde trabajaba.

«Desde entonces ya no trabajé más ‘en blanco’ (formal), siempre changas (trabajos eventuales), de albañil, de ayudante, de pintor. Pero ahora no hay nada de nada. El estallido social no está lejos», sostuvo.

Diálogo con Argentina sigue 'muy activo' en el FMI, en Buenos crecen las protestas - Graph
Principales cifras sobre la economía de Argentina
© AFP

El miércoles Nicolás Dujovne, el ministro de Hacienda, reconoció que el país está en una «recesión» y que la recuperación será «lenta».

El jueves, el peso argentino se recomponía y marcó 38,40 pesos por dólar en el cierre del mercado cambiario, capitalizando una ganancia en la jornada de 2,29%. La bolsa tomó aire y terminó con un alza de 4,1% en 29.948,35 puntos.

– Capitales especulativos – 

Dujovne estimó que «es probable» que el acuerdo con el FMI sea concluido a finales de este mes.

La semana pasada, el Banco Central de Argentina subió la tasa de interés de 45% a 60%, en un intento desesperado por frenar la fuga de capitales.

El derrumbe de la moneda argentina estimuló la inflación que suma casi 20% hasta agosto y cerrará cerca del 40% en 2018, según proyecciones.

Según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central de Argentina, la proyección para la economía empeoró, con previsiones más negativas para la inflación y el crecimiento, con una contracción del PIB para 2018 de 1,9%, frente a un pronóstico previo negativo de 0,3%.

«Ir al FMI fue un error. Esto los encierra bajo un programa del FMI que muchas veces no permite que la economía crezca, como ocurrió a finales de la década de 1990», explicó a la AFP Mark Weisbrot, del Centro de Investigación de Economía y Política (CEPR).

«Macri también cometió el error de subir las tasas de interés tan arriba y pedir prestado mucho afuera, atrayendo a capitales especulativos extranjeros que pararon abruptamente en mayo y detonaron la crisis», agregó el experto.