Changsha City (China).- La figura del jaguar, un emblemático símbolo de las culturas mesoamericanas, no solo ha sido un tótem poderoso en la antigüedad, sino que hoy continúa cautivando a multitudes en el otro lado del mundo. 

La exposición internacional «El Jaguar, un tótem de Mesoamérica» se ha convertido en un fenómeno cultural en la República Popular China, atrayendo a más de 1.2 millones de visitantes.

La muestra, que reúne 154 objetos arqueológicos y etnográficos de importante valor histórico y cultural, proviene de varios museos mexicanos y está gestionada por la Secretaría de Cultura federal a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la compañía Beijing Kunyuan Culture and Museum Exhibition Co., Ltd. 

Entre los curadores se encuentran figuras destacadas como la etnóloga Natalia Gabayet González, el antropólogo Alejandro Alfredo González Villarruel, y el arqueólogo José Luis Rojas Martínez.

La exposición inició su jornada en el Museo Hunan, donde capturó la atención de 136,943 personas, y posteriormente se trasladó al Museo Provincial de Liaoning en Shenyang, donde fue vista por 1,123,761 individuos. 

«La propuesta de la exposición equilibra lo lúdico con lo estético, ofreciendo una experiencia multisensorial donde los visitantes no solo ven, sino que también tocan, escuchan y degustan, sumergiéndose completamente en el mundo del jaguar y su significado en las culturas mesoamericanas a lo largo de tres milenios», explica un portavoz de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones.

Entre las piezas destacadas se encuentran una lápida maya con bajo relieve de un jaguar y una urna zapoteca, ambas custodiadas por los museos nacionales de Antropología y de las Culturas del Mundo. 

Además, se exhibe la escultura «El Príncipe» del Museo de Antropología de Xalapa, una escultura olmeca zoomorfa de piedra basáltica del Museo Regional de Chiapas, y el impresionante mural «Jaguares reticulados» de la Zona Arqueológica de Teotihuacán.

La estructura de la exposición está dividida en cuatro módulos temáticos que profundizan en diferentes aspectos del jaguar: desde su representación como una figura prehispánica monumental con rasgos humanos hasta su conexión con el agua, el maíz y la vida ceremonial de los pueblos indígenas, marcando un recorrido por su relevancia agrícola y religiosa.

El último módulo explora las manifestaciones plásticas que vinculan a este félido con el cuerpo humano dentro de un contexto religioso, revelando las creencias y valores que estructuran la cosmovisión mesoamericana.

Los museos del Templo Mayor, de Antropología Carlos Pellicer Cámara, Guillermo Spratling y Amparo también han contribuido a esta rica muestra que se prepara para su siguiente etapa en el Museo de Chengdu, en la provincia de Sichuan, desde el 8 de junio hasta el 26 de agosto de 2024.

Esta travesía del jaguar a través de China no solo refleja la fascinación universal por las culturas antiguas, sino que también subraya la importancia de la diplomacia cultural en el entendimiento y apreciación mutua entre naciones distantes. 

A través de sus antiguos símbolos, Mesoamérica sigue dialogando con el mundo, dejando huellas de su rica historia y tradiciones en corazones a miles de kilómetros de distancia.