Bogotá (AFP) – El gobierno de Colombia desmintió este lunes una supuesta alianza con el presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, para derrocar al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, como lo indicó una versión de prensa brasileña.

«El Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del Gobierno de Colombia, se permite rechazar y desmentir las versiones que fueron publicadas por el diario Folha de Sao Paulo en el día de hoy», indicó la cancillería en un comunicado.

El gobierno colombiano «mantiene una tradición no belicista y busca, a partir de acciones políticas y diplomáticas regionales y multilaterales, contribuir a crear las condiciones para que más temprano que tarde el hermano pueblo de Venezuela pueda vivir nuevamente en democracia y libertad», agregó el texto.

El diario paulista afirmó en su edición de este lunes, citando una fuente anónima que describe como «alto funcionario del gobierno de Iván Duque», que si Bolsonaro «ayuda a derrocar a Nicolás Maduro por medio de una intervención militar tendrá el apoyo de Colombia».

La misma fuente explica que esa sería la razón por la cual el mandatario colombiano se abstuvo de firmar la declaración del Grupo de Lima en la que 14 países rechazaron cualquier intervención en Venezuela, luego de que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, no descartara esa opción el 14 de septiembre durante una visita a Colombia.

«Duque no lo descarta, aunque no quiere ser el primero en comprometerse con esto», asegura el artículo, publicado un día después de la victoria de Bolsonaro -crítico de Caracas- frente al izquierdista Fernando Haddad.

Las relaciones entre Colombia y Venezuela, que comparten una porosa frontera de 2.200 kilómetros, están prácticamente congeladas desde el mandato del expresidente colombiano Juan Manuel Santos (2010-18).

El derechista Duque retomó las banderas de presión diplomática contra la «dictadura» de Maduro que enarboló su antecesor, en medio de la llegada de miles de venezolanos a Colombia que huyen de la aguda crisis económica en su país.

Colombia reconoció su incapacidad de atender sola al millón de venezolanos que entró a su territorio en los últimos años.

El gobierno de Venezuela, reacio a reconocer la crisis migratoria, acusó a Bogotá de ser parte de un supuesto complot para derrocar a Maduro. Colombia niega con vehemencia esos señalamientos.