San Sebastián (España).- El Festival Internacional de Cine de San Sebastián vuelve a poner el foco en el mundo rural vasco y su conexión con el séptimo arte con la convocatoria de la tercera edición del concurso de microcortos Eusko Label.
Organizado en colaboración con el Gobierno Vasco a través de la empresa pública HAZI, dependiente del Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, este certamen se consolida como una iniciativa cultural con vocación sostenible.
El concurso busca visibilizar el valor del producto de proximidad y su impacto en la sociedad urbana.
La sección Eusko Label no solo reconocerá con premios en metálico a los mejores trabajos realizados con teléfono móvil, sino que también ofrecerá una muestra no competitiva de cortometrajes encargados a cineastas vascos de reconocido prestigio.
Con esta propuesta, el Festival amplía su compromiso con la sostenibilidad y el primer sector de Euskadi, reforzando su papel como altavoz de las buenas prácticas en el ámbito agrario, ganadero y pesquero.
Hasta el 17 de agosto, todos los interesados podrán inscribir sus cortometrajes a través de la página web del Festival de San Sebastián.
Las obras, que no podrán superar los tres minutos de duración, deberán estar grabadas exclusivamente con un teléfono móvil y abordar temáticas relacionadas con los valores que promueve la sección: sostenibilidad, proximidad, vida rural y litoral, y la conexión de estos entornos con la realidad urbana.
Un comité de selección del propio Festival elegirá seis trabajos finalistas entre todos los presentados. Posteriormente, un jurado especializado se encargará de decidir cuáles son los dos cortos que recibirán los premios Eusko Label, con dotaciones de 6.000 y 4.000 euros respectivamente.
Los cortometrajes ganadores se proyectarán durante el certamen y recibirán sus galardones en la gala de clausura, lo que representa una oportunidad excepcional de visibilidad para creadores emergentes comprometidos con causas sociales y medioambientales.
La propuesta Eusko Label no se limita a la competición. También incluye una muestra de cortos producidos por el propio Festival, realizados por cineastas del entorno vasco, encargados de plasmar los valores defendidos por HAZI y el Gobierno Vasco.
En la edición anterior, figuras destacadas como Mikel Gurrea, Andrea Jaurrieta, Borja Crespo, Iratxe Fresneda y Jaione Camborda formaron parte de esta sección, aportando una mirada autoral a los desafíos y riquezas del sector primario.
Estos trabajos no competitivos formarán parte del catálogo del Festival de San Sebastián y se difundirán tanto a nivel estatal como internacional. De este modo, la marca Eusko Label y su mensaje de compromiso con el territorio, el medioambiente y la economía local alcanzarán audiencias mucho más amplias, más allá del ámbito geográfico de Euskadi.
El concurso de microcortos Eusko Label se enmarca en una estrategia más amplia del Festival por reducir su huella de carbono y promover la Agenda 2030. Esta orientación se refleja también en otros reconocimientos como el Premio Agenda 2030 Euskadi Basque Country, con el que se impulsa la conciencia medioambiental y la sostenibilidad dentro de la industria audiovisual.
El vínculo entre cultura y sostenibilidad es una apuesta firme en el Festival de San Sebastián, que ha sabido convertir la pantalla en un espejo de las realidades rurales y costeras del País Vasco.
Con esta tercera edición del concurso Eusko Label, se reafirma como un espacio de encuentro donde la creatividad, la conciencia social y el respeto por el entorno natural se dan la mano para construir narrativas con impacto.
La convocatoria representa una oportunidad única para cineastas emergentes que quieran alzar la voz en favor del territorio, del consumo responsable y de la producción local. A través de una mirada fresca y actual, el certamen invita a contar historias breves pero potentes que reflejen el alma del campo, del mar y de las personas que lo habitan.
En un mundo cada vez más urbanizado, iniciativas como Eusko Label permiten que el mensaje del medio rural no se pierda. Al contrario, se proyecta con fuerza y belleza en una de las pantallas más destacadas del cine europeo, recordándonos que la sostenibilidad también se narra en clave de cultura.