Ciudad de México (México).- En un esfuerzo sin precedentes por salvaguardar su herencia cultural y natural, México y Colombia participan activamente en el proyecto «Cooperación técnica patrimonial para la gestión de paisajes culturales: paisaje cultural agavero y paisaje cultural cafetero».

El objetivo es intercambiar conocimientos, retos y experiencias para fortalecer la conservación de los territorios donde se producen sus bebidas más representativas: el tequila y el café.

Esta colaboración se inserta en el marco del Convenio de Intercambio Cultural y Educativo firmado por ambas naciones, y refleja un compromiso compartido por preservar no solo los productos, sino las tradiciones, saberes y formas de vida que los sustentan.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de su representación en el estado de Jalisco y la Dirección de Patrimonio Mundial, junto con el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia, lidera el proyecto.  Este se articula mediante un esquema técnico que contempla reuniones, visitas de campo e informes de diagnóstico.

Hasta ahora, se han celebrado dos de las tres reuniones técnicas virtuales programadas.  En estas reuniones, se han analizado los elementos clave que justifican la inclusión de ambas regiones en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO y se han discutido los avances y retos enfrentados en la implementación de sus instrumentos de gestión.

México y Colombia unen fuerzas para proteger sus paisajes culturales del tequila y el café
Los paisajes culturales son territorios que garantizan la diversidad biológica o están asociados a creencias, costumbres y tradiciones que dan cuenta del desarrollo social. Foto Ignacio Gómez, CINAH Jalisco

Estas reuniones técnicas son solo una parte del proceso. El proyecto contempla también dos visitas de campo fundamentales para el intercambio de perspectivas desde la experiencia vivencial.

La primera visita será al Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila, en México, mientras que la segunda tendrá lugar en fincas cafetaleras del Paisaje Cultural Cafetero de Colombia. Al terminar estas visitas, se elaborará un informe técnico conjunto que recopilará las diferencias y similitudes entre ambos paisajes, detectará los desafíos, propondrá posibles soluciones y presentará conclusiones para generar nuevas líneas de colaboración.

Uno de los objetivos centrales es establecer redes técnicas de cooperación que propicien el manejo sostenible de estos territorios y promuevan una mayor apropiación cultural por parte de las comunidades locales.

También se busca construir metodologías que guíen la gestión de sitios patrimoniales de gran escala territorial. Este es un reto cada vez más vigente ante fenómenos como el cambio climático, la presión agrícola y la transformación de las dinámicas sociales.

La categoría de «Paisaje Cultural», según la UNESCO, reconoce aquellos territorios que reflejan la interacción armónica entre el ser humano y su entorno natural a lo largo del tiempo. En estos paisajes no solo se manifiestan procesos productivos, sino también prácticas culturales, creencias y saberes tradicionales que representan el desarrollo creativo y espiritual de las sociedades.

México y Colombia unen fuerzas para proteger sus paisajes culturales del tequila y el café
México y Colombia colaboran para reforzar conservación de los paisajes culturales del agave y el café.  Foto Ignacio Gómez, CINAH Jalisco

Actualmente, existen 121 paisajes culturales inscritos en esta categoría a nivel global, de los cuales seis son compartidos por más de un país.

Luis Ignacio Gómez Arriola, encargado del Proyecto de Seguimiento del Paisaje Agavero y Las Antiguas Instalaciones Industriales de Tequila en el Centro INAH Jalisco, explicó que el plan de manejo mexicano contempla la protección de una vasta gama de patrimonios: ambiental, agrícola, arquitectónico, prehispánico, urbano e intangible.

Subrayó que el mayor desafío es coordinar a las diversas autoridades para que orienten sus esfuerzos hacia un objetivo común: preservar los usos, costumbres y tradiciones ancestrales que aún perviven en la región.

Afirmó que este intercambio técnico con Colombia permitirá mejorar la gestión de estos sitios. Aunque surgieron como economías locales, se han convertido en productos de alta demanda mundial.

El tequila y el café han trascendido sus fronteras de origen y se han convertido en símbolos nacionales con reconocimiento global. Esto exige mecanismos más complejos de protección frente a amenazas como la industrialización desmedida, la pérdida de biodiversidad o la desvinculación cultural de las nuevas generaciones.

México y Colombia unen fuerzas para proteger sus paisajes culturales del tequila y el café
Tanto el tequila como el café son símbolos de identidad que resguardan saberes ancestrales. Foto Ignacio Gómez, CINAH Jalisco.

En ese sentido, uno de los principales resultados esperados es generar una metodología compartida que sirva como referencia para gestionar sitios patrimoniales de gran escala. Esta metodología debe considerar tanto los elementos físicos como los valores simbólicos que dan sentido a estos paisajes.

Así, el proyecto no solo contribuye a conservar el entorno físico, sino también a revitalizar el tejido social que lo sustenta.

La cooperación entre México y Colombia se convierte en un ejemplo de cómo las naciones pueden unir esfuerzos para enfrentar retos comunes desde una perspectiva cultural y técnica.

Frente a un mundo en constante transformación, iniciativas como esta ofrecen una vía para garantizar que el legado de las comunidades siga vivo y relevante para las generaciones futuras.