México (AFP) – Unas 250.000 personas participaron este sábado de la marcha del Orgullo en Ciudad de México, la primera tras dos años de suspensión por la pandemia, y que en esta ocasión buscó denunciar la violencia contra las mujeres de la diversidad sexual.

Un torrente multicolor se congregó a lo largo de unos cuatro kilómetros en el céntrico Paseo de la Reforma, la principal avenida de la capital, donde destacó la presencia de numerosas familias con niños, además de unos 200 carros alegóricos.

El lema de la marcha, «¡Las calles son nuestras! Por una diversidad libre de odio, violencia y machismo!», marcó el ánimo de muchos asistentes que coincidieron en que la alegría del festejo no supone olvidar la violencia y la discriminación que aún sufren estos colectivos.

«No solamente es una celebración. Luchamos, resistimos, existimos y somos resistencia», dijo a la AFP Vlexius Vultur, drag queen de 25 años de largo cabello de color tornasolado.

«Estas cosas que gritamos y las pancartas que levantamos no son para nosotros, son para la gente que vive en el clóset, que vive en esta violencia sistemática, machista», agregó.

En la manifestación, la número 44 que se organiza en Ciudad de México, participó también la alcaldesa Claudia Sheinbaum, quien se reunió con líderes de diversos colectivos que le entregaron un pliego petitorio exigiendo mantener y ampliar sus derechos.

A través de su Twitter, Sheinbaum confirmó que la afluencia a la marcha fue de 250.000 personas. La manifestación no se realizó en 2020 y 2021 debido a las restricciones sanitarias por el coronavirus.

El enorme contingente -que incluyó a muchos participantes con los más extravagantes disfraces, desde gladiadores hasta unicornios- avanzó con dirección hacia el Zócalo, la plaza central de la ciudad, punto final del evento, donde se celebró un concierto.

«Me da mucha emoción (…) cada vez que voy a las marchas, que veo familias completas, con sus niños, tratando de explicarles de la mejor manera qué es esto. Se siente muy bonito», dijo Héctor Contreras, empresario de 58 años.

En medio del festejo, numerosos bailarines espontáneos exhibieron sus atrevidos pasos de perreo sobre el asfalto.

En tanto, un grupo de veteranas mujeres trans, enfundadas en vistosos vestidos de brillos y lentejuelas gritaban: «Se ve, se siente, las abuelas estamos presentes».

Hasta el momento, autoridades se seguridad de la ciudad no reportaron ningún incidente, mientras que miles de participantes aún permanecían concentrados en el Zócalo.

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