México (AFP) – El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, mantendrá la polémica estrategia militar contra el crimen, que ha ido asociada a una escalada de violencia en el país, y propuso incluso reforzarla con la creación de una guardia nacional, lo que requiere de cambios constitucionales.

«Decidimos apoyarnos en las fuerzas armadas y buscar la unidad y conformar esta guardia nacional integrando a la policía militar, a la policía naval y a la policía federal en una sola corporación, esa fue la decisión», dijo este miércoles López Obrador, conocido por sus iniciales como AMLO, en un evento público en el que anunció su estrategia de seguridad.

Si bien en campaña nunca se comprometió a retirar a los militares de la lucha anticrimen, ha sido crítico permanente de esta estrategia lanzada en diciembre de 2006 por el entonces presidente, Felipe Calderón.

Desde entonces, en medio de una ola de violencia, más de 200.000 personas han sido asesinadas y unas 37.000 están desaparecidas, según cifras oficiales.

«Somos distintos de los gobiernos anteriores (…) siempre pensaron que se podía resolver el problema con medidas coercitivas, con cárceles, con amenazas de mano dura, con leyes más severas y por eso el fracaso rotundo en el asunto de la seguridad pública», dijo López Obrador, recibiendo aplausos de la audiencia, en su mayoría miembros de su partido.

AMLO, quien entra en funciones el próximo 1 de diciembre, repitió una vez más que es contrario a combatir «la violencia con la violencia» y que jamás «reprimirá» al pueblo de México, aunque al mismo tiempo defendió la creación de esta guardia civil, que se espera sume 50.000 elementos para 2021.

– Cambio constitucional –

Para conformar este cuerpo, «hay que hacer una reforma constitucional», dijo el izquierdista, aunque no precisó cuándo la presentará. Días atrás, había señalado que no plantearía reformas constitucionales en los primeros tres años.

Una reforma constitucional requiere de dos tercios del Congreso, y aunque el partido de López Obrador, Morena, y sus aliados tienen una cómoda mayoría, necesitaría negociar con la oposición.

Agregó que la guardia nacional será similar a las corporaciones de otros países, como la guardia civil de España o la gendarmería de Francia.

Alfonso Durazo, quien será secretario de Seguridad Pública del futuro gobierno, dijo que «dada la descomposición e ineficacia de las corporaciones policiales de los tres niveles de gobierno resultaría desastroso relevar a las fuerzas armadas de su encomienda actual».

Durazo reconoció que el polémico despliegue de las fuerzas armadas que realizó el gobierno de Calderón (2006-2012) y que continuó Enrique Peña Nieto (2012-2018), trajo al ejército «distorsiones y desgaste institucional».

«La política siempre es optar entre inconvenientes y tiene uno que tomar decisiones», se justificó López Obrador sobre la determinación de seguir apoyándose en los militares.

– Comandante supremo –

Los reclamos de seguridad son desde hace años una de las demandas más sentidas de los mexicanos, particularmente en aquellos distritos golpeados por la violencia de los cárteles narcotraficantes.

Durazo detalló que las fuerzas armadas participarán en la «formación, estructuración, capacitación y operación de la guardia nacional», que se espera tenga pleno funcionamiento en tres años.

El ejército asumirá el mando operativo del nuevo cuerpo, así como el reclutamiento, adiestramiento y organización de sus efectivos, además de su equipamiento y despliegue, dijo.

«Como comandante supremo de las fuerzas armadas, el presidente de la República tendrá el mando directo de la guardia», abundó Durazo.

Por su parte, Luis Sandoval, quien será titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), dijo que en una primera etapa se integrarán a la guardia unidades de policía militar, naval y federal.

Luego se incorporarán miembros de las fuerzas armadas y finalmente se reclutará a jóvenes que deseen integrarse.

A la par de fortalecer los cuerpos de seguridad, la estrategia de López Obrador plantea combatir la corrupción, sobre todo en corporaciones policiales, y propiciar un bienestar económico generalizado.

«El propósito principal para garantizar la paz y la tranquilidad será la de mejorar las condiciones de vida y de trabajo en nuestro pueblo, buscar el bienestar material y al mismo tiempo lograr también el bienestar del alma», afirmó el futuro mandatario.