San Salvador (AFP) – Con risas y gritos de espanto provocados por personajes mitológicos, miles de salvadoreños participaron este miércoles en un colorido desfile que marca el arranque de una semana de fiestas en honor al Divino Salvador, el santo patrono.

«Espero que los festejos los puedan disfrutar en familia», declaró el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, en el inicio del desfile que salió de la plaza El Salvador del Mundo, en el oeste de la ciudad, y cerró en el centro de la capital.

El desfile que era observado por adultos y niños incluye bandas musicales, payasos y reinas en carrozas que, junto al alcalde que viajaba en un vehículo descapotado, lanzaban confites y camisetas color azul con la inscripción «Fiestas agostinas 2018».

Con máscaras y atuendos terroríficos, personajes de la mitología local como el Cipitío, la Siguanaba, el Cadejo y diferentes tipos de diablo arrancaban gritos a niños y adultos distraídos.

«Salimos a la calle para revivir la cultura del país y enseñarle a los niños que hay tradiciones que podemos rescatar», declaró a la AFP Nanci Mina, una mujer de 31 años que personificó al Cipitío, un hombre con cara de niño, que viste de blanco y con un sombrero puntiagudo.

Las fiestas, que se desarrollan bajo la vigilancia de la policía y efectivos del ejército, incluyen desfiles, eventos infantiles, carnavales y encuentros deportivos, en los que la alcaldía de San Salvador invierte 476.000 dólares, precisó Muyshondt.

El director de Protección Civil, Jorge Meléndez, informó que en un plan para auxiliar a la población durante el prolongado asueto participan un poco más de 49.000 personas de organismos de socorro, policía y ejército.

Las festividades religiosas programadas incluyen el 5 de agosto el acto que recrea el pasaje bíblico de «la transfiguración», conocido como «la bajada», el cual se realiza en el frontispicio de la catedral capitalina.

Los actos cierran el 6 de agosto con una misa patronal oficiada por todos los obispos del país.