Washington (AFP) – La Organización de los Estados Americanos (OEA) suspendió este jueves a Rusia como observador permanente con efecto inmediato hasta que «cese sus hostilidades» y «retire» las tropas de Ucrania.

En una sesión extraordinaria del Consejo Permanente, el órgano ejecutivo de la organización, se adoptó la resolución de suspensión por 25 votos a favor, de los 34 miembros activos, ninguno en contra, ocho abstenciones y un país ausente, Nicaragua.

Los países que se abstuvieron fueron México, Argentina, Brasil, Bolivia, El Salvador, Honduras, San Cristóbal y Nieves y San Vicente y las Granadinas.

La OEA suspende «inmediatamente» a Rusia hasta que «el gobierno ruso cese sus hostilidades, retire todas sus fuerzas y equipos militares de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas y vuelva a la senda del diálogo y la diplomacia», señala la resolución.

Si Moscú cumple estas condiciones podría reintegrarse, precisa.

En marzo, la OEA pidió el cese «de actos que pueden constituir crímenes de guerra» en Ucrania, en una sesión en la que la embajadora ucraniana en Estados Unidos, Oksana Markarova, pidió precisamente que se considerara retirar a Rusia el estatus de observador permanente que tenia desde 1992.

Rusia ya fue suspendida del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por su ofensiva en Ucrania.

El Consejo Permanente critica «la indiferencia» por parte de Rusia a los llamamientos de la organización «de retirar sus fuerzas militares» de Ucrania y «sus continuas violaciones flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos» en el país vecino que «contravienen los principios y propósitos de la OEA».

«Conmocionada» –

La OEA afirma estar «conmocionada por los informes de las terribles atrocidades cometidas por las fuerzas armadas rusas» en ciudades ucranianas como Bucha, Irpin o Mariúpol y en la estación del tren en Kramatorsk.

Y se declara alarmada por el creciente número de muertos y desplazados, y por la destrucción de la infraestructura civil «causada por la agresión» de Rusia.

Según el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, la resolución «envía un mensaje claro al Kremlin»: «no nos quedamos al margen frente a las violaciones del derecho internacional humanitario y los abusos contra los derechos humanos por parte del gobierno ruso». «Nuestro Hemisferio apoya a Ucrania», afirmó en un comunicado.

Para Yaroslav Brisiuck, un representante de la embajada de Ucrania, país con estatus de observador permanente, «los resultados de la votación hablan por sí solos» y muestran «inequívocamente» la respuesta de la comunidad internacional.

«El alcance de las atrocidades que sufren ahora los civiles (…) no se ha visto en la región desde el final de la Segunda Guerra Mundial», afirmó.

El país que comete «actos tan bárbaros», añadió, «no tiene cabida en las organizaciones internacionales y debe rendir cuentas» en un juicio «por sus crímenes de guerra», entre los que citó «torturas indescriptibles», violencia sexual y mutilaciones.

En un comunicado en Facebook, el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, se quejó de que su país «ni siquiera tuvo la palabra antes ni después de la votación».

La OEA suele otorgar la palabra a los observadores permanentes una vez que se han pronunciado los Estados miembros. Como la resolución es de efecto inmediato Rusia no podía solicitarla.

La aprobación de la resolución «es un grave error (…) Hoy la OEA se ha debilitado. Ha alejado a un amigo fiable», afirmó dando las gracias a los Estados que «optaron por no asociarse a la campaña rusofóbica».

«Un mensaje al agresor»-

Entre los Estados que se abstuvieron, Bolivia lo hizo por discrepancias jurídicas y porque la situación pese a ser «lamentable no implica un conflicto» con la región.

Brasil, como viene haciendo desde hace semanas, dijo que quería «preservar los espacios de diálogo» y Argentina la considera «una toma de posición en el evidente proceso de reconfiguración del orden internacional» que «no es competencia» de la OEA sino de los Estados.

La suspensión de un observador permanente ¿facilitará la búsqurda de una solución o servirá solamente para aumentar la colección de resoluciones que no resuelven nada?, se preguntó por su parte México.

Esta resolución no va «en detrimento del diálogo (…) ni de otras formas de solución pacífica» pero «es un mensaje más que claro, un mensaje muy fuerte de coherencia con los principios, de coherencia con el derecho internacional», afirmó el secretario general de la organización, Luis Almagro.

«Es un mensaje al agresor, un mensaje de apoyo al país agredido».

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