Mexicali (México).- En las cristalinas aguas del mar de Ensenada, donde el azul del Pacífico se funde con el horizonte, yacen historias que el tiempo ha guardado celosamente bajo su manto arenoso. 

Este escenario, más propio de leyendas, es el campo de acción del primer proyecto de arqueología subacuática que se desarrollará en las costas de Baja California, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El ambicioso proyecto, denominado «Inventario Arqueológico de Pecios de los siglos XIX y XX en el Pacífico Mexicano», tiene como objetivo registrar embarcaciones sumergidas de diversas nacionalidades, revelando capítulos perdidos de nuestra historia marítima. 

Este año, los especialistas se centrarán especialmente en dos áreas de gran potencial arqueológico: las islas Todos Santos y el arrecife Sacramento.

Mariana Piña Cetina, arqueóloga subacuática y líder del proyecto, comparte su entusiasmo: 

«Este proyecto no solo busca recuperar artefactos, sino también reconstruir las historias de quienes navegaban estos mares. Cada pecio es un libro abierto que espera ser leído». 

Las exploraciones previas en 2021 y 2022 han señalado la riqueza de estos sitios, impulsando la necesidad de una exploración más detallada.

En el arrecife Sacramento, donde se sospecha que descansan hasta cinco embarcaciones, el trabajo promete ser particularmente revelador. Los relatos de pescadores locales y las primeras exploraciones han confirmado la presencia de contextos arqueológicos que podrían remontarse al siglo XIX. 

«Los desafíos son grandes debido a las corrientes y los sedimentos, pero la colaboración con la comunidad pesquera local ha sido fundamental», explica Piña Cetina.

Las técnicas modernas, como el uso de sistemas de información geográfica y fotogrametría, están revolucionando la manera en que estos trabajos se llevan a cabo, permitiendo un registro detallado y respetuoso de los bienes encontrados. 

Más allá de la exploración, el proyecto también se enfoca en la conservación y posible restauración de los artefactos para asegurar su preservación a largo plazo.

La historia del arrecife Sacramento y su nombre están intrínsecamente ligados al naufragio del SS Sacramento en 1872, un barco de ruedas a vapor que solía viajar de Nueva York a San Francisco.

Este es solo uno de los muchos relatos que esperan ser descubiertos y que subrayan la importancia estratégica de Baja California como ruta marítima durante siglos.

Este proyecto no solo es una ventana al pasado, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos con las comunidades locales y fomentar una protección responsable de nuestro patrimonio cultural subacuático. 

«Esperamos que este trabajo no solo descubra sino que también eduque e inspire a las generaciones futuras sobre la riqueza y la importancia de nuestro patrimonio sumergido», concluye Piña Cetina.

Con cada inmersión, los misterios del mar de Ensenada están un paso más cerca de ser revelados, mostrando que bajo sus olas no solo hay agua, sino historias que fluyen a través del tiempo, esperando ser contadas.