México (AFP) – El secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson llegó este jueves a México, en el inicio de una gira por América latina, región a la que alertó sobre la «creciente» y «alarmante» presencia de China y Rusia.

Tillerson, que llegó a en la tarde a la capital mexicana, se reunirá el viernes con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto y el canciller Luis Videgaray.

Antes de partir rumbo a México desde Austin, Tillerson promovió un enfoque de crecimiento económico, seguridad y democracia para las Américas, en contraste con la Venezuela «corrupta y hostil» de Nicolás Maduro.

En un discurso en la Universidad de Texas, donde el exdirector ejecutivo de ExxonMobil se educó, advirtió sobre el desembarco de Pekín y Moscú en la región y llamó a los gobiernos a cooperar más con Estados Unidos.

«América Latina no necesita nuevos poderes imperiales que solo buscan beneficiar a su propia gente», afirmó.

«El modelo de desarrollo liderado por el Estado de China recuerda al pasado. No tiene que ser el futuro del hemisferio», agregó, subrayando que «las prácticas comerciales desleales» costarían empleos locales.

«La creciente presencia de Rusia en la región también es alarmante», agregó, quejándose de que Moscú venda armas a «regímenes (…) que no comparten ni respetan el proceso democrático».

Tillerson recordó que «los gobiernos que rinden cuentas a su pueblo también aseguran su soberanía frente a posibles depredadores».

«Con Estados Unidos tienen un socio multidimensional, uno que beneficia a ambas partes», enfatizó antes de iniciar un periplo de seis días que incluye escalas, además de México, en Argentina, Perú, Colombia y Jamaica.

– Venezuela y Cuba: «priorizar» democracia –

Tillerson también destacó la crisis económica y política en Venezuela, una de las principales preocupaciones de Washington en Latinoamérica.

«El régimen corrupto y hostil de Nicolás Maduro en Venezuela se aferra a un sueño irreal, una visión de la región que ya ha decepcionado a su pueblo», dijo Tillerson.

Bajo la presidencia de Maduro, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo enfrenta el desplome de su economía, en medio de escasez de medicinas y alimentos, una gran inestabilidad política y un éxodo constante de venezolanos buscando un futuro mejor.

Tillerson recordó las sanciones a Caracas impuestas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, y llamó a Sudamérica a sumarse en su rechazo a Maduro. «Seguiremos presionando», dijo.

En su primer año de gobierno, además de bregar contra Maduro, Trump enfrió el acercamiento a Cuba iniciado por su antecesor Barack Obama.

«El futuro de nuestra relación depende de Cuba. Estados Unidos seguirá apoyando al pueblo cubano en su lucha por la libertad», dijo Tillerson.

«Venezuela y Cuba nos recuerdan que, para que nuestra región crezca y prospere, deben priorizar y promover valores democráticos», agregó.

– Crimen organizado, «la amenaza más inmediata» –

Horas antes de su llegada a Ciudad de México, donde debatirá sobre seguridad e inmigración con altos funcionarios, Tillerson advirtió sobre la necesidad de luchar contra los violentos cárteles de la droga.

«La amenaza más inmediata para nuestro hemisferio son las organizaciones delictivas transnacionales», dijo Tillerson. «En su búsqueda de dinero y poder, dejan muerte y destrucción a su paso».

Sobre Colombia, uno de los principales socios de Estados Unidos en la región pero también origen del 92% de la cocaína confiscada en el país, Tillerson reiteró el apoyo de Washington a los esfuerzos de pacificación con las guerrillas comunistas, pero dijo que «los desafíos persisten».

«Lamentablemente, el cultivo de coca se ha disparado», dijo, señalando que «hay trabajo por delante», aunque destacó que el diálogo con las autoridades es «abierto y franco».

Para muchos, nada simboliza mejor la postura actual de Estados Unidos hacia los países al sur del Río Grande que la determinación proteccionista de Trump de levantar un muro en la frontera con México, con el que pretende frenar la inmigración ilegal y el narcotráfico.

Pero Tillerson, quien a menudo debe explicar por qué el lema de Trump «Estados Unidos primero» no significa «Estados Unidos solo», busca promover un enfoque más positivo de las relaciones con sus vecinos de Latinoamérica y el Caribe.

«Compartimos una historia y una cronología entrelazadas. Nuestras naciones todavía reflejan el optimismo del Nuevo Mundo ante el descubrimiento ilimitado», dijo en Austin.

«Y lo más importante, compartimos valores democráticos, valores que son el núcleo de lo que creemos, independientemente del color de nuestro pasaporte».