Una mujer fantástica le da el segundo Óscar al cine chileno / AFP
El cineasta chileno Sebastián Lelio (C) agradece junto al elenco de "Una mujer fantástica", tras ganar el Óscar a mejor película de habla no inglesa, el 4 de marzo de 2018 en Hollywood, California © AFP Mark RALSTON

Santiago (AFP) – «Una mujer fantástica», del cineasta chileno Sebastián Lelio, protagonizada por la actriz transexual Daniela Vega, se alzó este domingo con el Óscar a la mejor película extranjera, dándole la segunda estatuilla al pujante cine de Chile, tras el del corto «Historia de un Oso».

El drama de Lelio, su segundo éxito internacional después de la premiada «Gloria», cuenta la historia de una pareja en la que ella (Marina) es transexual y él (Orlando) un divorciado y padre de familia 20 años mayor que fallece de repente.

Sumado a la pérdida de su pareja, Marina (Daniela Vega) se ve confrontada al oprobio de la exesposa y uno de los hijos de Orlando (Francisco Reyes), avergonzados de que éste se hubiera enamorado de una joven transexual y de origen humilde.

«Marina y yo compartimos que somos ‘trans’, que nos gusta cantar la ópera y los hombres guapos, nada más», dijo recientemente a la AFP Daniela Vega, de 28 años, hasta hace poco peluquera y a quien su papel en la quinta película de Lelio ha catapultado de manera fulgurante a la escena internacional.

«Personalmente he tenido muy pocos problemas de ese tipo, no es lo que he vivido. Yo he conocido el amor familiar, de pareja y he estado rodeada de mucho cariño», precisó.

Ambientada en Chile, un país que trata de sacudirse el conservadurismo heredado de la dictadura y la impronta de la Iglesia católica, la película «invita a un desafío que tiene que ver con explorar los límites de nuestra propia empatía como espectadores y como seres humanos, a entender lo que estamos dispuestos a permitir y lo que no», dijo Lelio a la AFP cuando fue presentada el pasado año.

La cinta ha coincidido con el debate en una sociedad en plena transformación bajo el mandato de la socialista Michelle Bachelet, que recientemente aprobó el aborto terapéutico y tramita en el Parlamento el matrimonio homosexual tras la adopción de la unión civil de parejas del mismo sexo y una ley de identidad de género.

La película de Lelio se impuso a los filmes «The Insult» (Líbano), «Loveless» (Rusia), «On Body and Soul» (Hungría) y «The Square» (Suecia).

El Óscar corona un año de éxitos para la película de Lelio, que se inició en febrero del pasado año con el Oso de Plata al mejor guión, coescrito por el propio cineasta y por Gonzalo Maza, en la Berlinale y recibió el Goya a la mejor película iberoamericana en Madrid, entre otros premios. El sábado ganó el Independent Spirit Award a la mejor película internacional que entrega el cine independiente estadounidense.

– La buena salud del cine chileno –

Para los productores, Pablo Larraín -nominado a los Óscar en 2013 por el filme «No»- y su hermano Juan de Dios Larraín, los Almodóvar chilenos, el recorrido de «Una mujer fantástica» «hay que verlo como una generación completa que está triunfando y está poniendo la bandera de Chile por todos lados».

Tras un paréntesis de casi 20 años de silencio impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), en los últimos años el cine chileno ha vuelto con la fuerza que otrora tuvo con cineastas como Raúl Ruiz, quizá su mayor exponente.

Lelio, que vive en Berlín, se consagró internacionalmente con su filme anterior «Gloria», cuya protagonista Paulina García recibió el Oso de Plata a la mejor actriz en 2013 en la Berlinale. El año pasado presentó su primera película rodada en inglés «Disobedience».

Sin embargo, Pablo Larraín ha sido sin duda el faro que ha inspirado no sólo con sus películas sino con Fábula, la productora que comparte con su hermano Juan de Dios, la cantera de cineastas prometedora que hay en el país.

Primero con películas como «La Fuga» o «No» y después con «El Club», «Neruda» o «Jackie» (rodada en inglés), Larraín llevó al cine chileno a jugar en las grandes ligas, aunque hasta ahora el Óscar le haya sido esquivo.

Gabriel Osorio, con su corto animado «Historia de un oso», le dio su primera estatuilla a Chile en 2016.