Washington (AFP) – El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, reiteró este viernes que no renovará a Paulo Abrao al mando de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y denunció una «campaña de desinformación» ante la ola de críticas por su decisión.

«Reitero, asimismo, que de ninguna manera incorporaré o reincorporaré a ninguna persona sobre la cual penden 61 denuncias», dijo Almagro en un comunicado, en alusión a las denuncias contra el brasileño, según él, por acoso laboral.

La decisión de no renovar el mandato del jefe de la CIDH, un ente de la OEA que es autónomo, desató críticas de organizaciones de defensa de los derechos, pero también de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

La CIDH sostiene que las denuncias no son un impedimento para que Almagro renueve el contrato de Abrao y denunció un «embate contra su autonomía».

En respuesta, Almagro denunció una «campaña de desinformación» destinada a hacer creer que la autonomía de la CIDH está en riesgo y dijo que no participará en la elección del próximo secretario ejecutivo.

«Ese proceso corresponde y corresponderá a la CIDH», dijo el diplomático uruguayo y señaló que ha pensado mucho en «la situación de las víctimas de acoso laboral».

Bachelet dijo el jueves que la pugna corre el riesgo de minar la «independencia» de la CIDH y advirtió que «está causando daños a la reputación de la OEA».

El director para las Américas de Human Right Watch (HRW), José Miguel Vivanco, denunció el jueves que «usar una investigación administrativa como pretexto para socavar la autonomía de la CIDH, amenaza la credibilidad de una institución vital».

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