Cabo Cañaveral (Florida).- En una mañana impregnada de anticipación y esperanza, el cohete Atlas V de la United Launch Alliance despegó del Complejo de Lanzamiento Espacial-41 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, llevando a bordo a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams. 

Este evento no solo representa un hito en la colaboración entre la NASA y la industria privada, sino que también marca el primer vuelo tripulado de la nave espacial Starliner de Boeing, un paso crítico hacia futuras exploraciones.

Butch Wilmore, comandante de la misión, y Suni Williams, piloto, no son novatos en desafíos orbitales. Wilmore, quien ha pasado 178 días en el espacio, y Williams, con 322 días en su haber, aportan una experiencia invaluable a esta prueba crucial. Este vuelo es la culminación de años de preparación rigurosa y dedicación, un testimonio del espíritu inquebrantable de la exploración humana.

El administrador de la NASA, Bill Nelson, expresó su entusiasmo. 

«Este histórico primer vuelo de prueba de una nueva nave espacial es un momento emocionante para la NASA, nuestros socios comerciales y el futuro de la exploración. Los vuelos espaciales tripulados son una tarea audaz, pero por eso vale la pena realizarlos».

La misión, parte del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, tiene como objetivo ofrecer un transporte seguro, confiable y rentable hacia y desde la Estación Espacial Internacional (ISS). 

La asociación entre la NASA y Boeing está redefiniendo la narrativa de los vuelos espaciales tripulados, permitiendo un acceso más amplio a la órbita terrestre baja y fomentando nuevas oportunidades científicas y comerciales.

«Con el lanzamiento de Starliner, su separación del cohete y su llegada a órbita, la prueba de vuelo con tripulación de Boeing va por buen camino», aseguró Mark Nappi, vicepresidente y director del Programa de Tripulación Comercial de Boeing. «Todos están concentrados en brindarles a Suni y Butch un viaje seguro y cómodo y en realizar una misión de prueba exitosa de principio a fin».

Durante el vuelo, se realizarán diversas maniobras automáticas desde el centro de control de misión en Houston, mientras los equipos de la NASA supervisan las operaciones desde el Centro Espacial Johnson. 

Estas pruebas ayudarán a validar la nave espacial y su capacidad para acoplarse de forma autónoma a la ISS, además de probar sistemas críticos como el control ambiental y los propulsores.

El acoplamiento de Starliner a la ISS está programado para el jueves 6 de junio, a las 12:15 p.m. (hora del Este), y la nave permanecerá en la estación durante aproximadamente una semana. 

Esta estadía no solo será una oportunidad para realizar pruebas adicionales, sino también un momento para que Wilmore y Williams trabajen junto a la tripulación de la Expedición 71, compuesta por astronautas y cosmonautas de diversas nacionalidades.

La prueba de vuelo con tripulación de Starliner no es solo un logro técnico, sino también un símbolo de la cooperación internacional y el compromiso continuo con la exploración del espacio. Es un recordatorio de que, paso a paso, estamos ampliando los horizontes de la humanidad en el cosmos.