Londres (AFP) – El gobierno ecuatoriano decidió restablecer parcialmente las comunicaciones de Julian Assange, que vive refugiado en su embajada londinense desde 2012, anunció este domingo WikiLeaks.

«Ecuador declaró al director de la publicación WikiLeaks, Julian Assange, que iba a poner fin al régimen de aislamiento al que está sometido, tras una reunión el viernes entre dos altos responsables de la ONU y el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno», informó Wikileaks en un comunicado.

Según el portal, en el encuentro participaron, además del mandatario ecuatoriano, el alto comisario de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, y el informador especial sobre la protección del derecho a la libertad de expresión, David Kaye.

El redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, calificó la decisión de «positiva» pero juzgó «extremadamente preocupante que la libertad de expresión [de Julian Assange] siga limitada».

En marzo, Quito anunció que había cortado «los sistemas» de comunicación «con el exterior» del australiano, al considerar que había faltado a su «compromiso escrito de no publicar mensajes que constituyeran una injerencia en la relación [de Ecuador] con otros Estados».

Según WikiLeaks, Quitó «instaló tres dispositivos de interferencia en la embajada para impedir que Assange se comunicara por internet o celular».

La decisión llegó tras una serie de tuits en los que Assange denunciaba el arresto del expresidente catalán y líder independentista Carles Puigdemont, o las sanciones adoptadas por Londres contra Rusia en el marco del caso Skripal.

«Ecuador informó a Assange que el Gobierno tenía la intención de proseguir con la política de Moreno, consistente en restringir la expresión de sus opiniones», precisó, no obstante, WikiLeaks.

Julian Assange (47 años) está refugiado desde junio de 2012 en la embajada de Ecuador para evitar una extradición a Suecia, donde está siendo buscado desde finales de 2010 por unas acusaciones de violación y agresión sexual, que él niega.

Ecuador, en aquel momento presidido por Rafael Correa, una figura de la izquierda sudamericana, proporcionó su protección al fundador de WikiLeaks.

Si fuera arrestado, Julian Assange podría ser extraditado y juzgado en Estados Unidos por la publicación, en 2010, vía WikiLeaks, de numerosos secretos militares y documentos diplomáticos estadounidenses.