Ciudad del Vaticano (Italia).- Una histórica fumata blanca emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina horas de la tarde (hora local del Vaticano) del 8 de mayo de 2025, anunciando al mundo la elección del nuevo líder de la Iglesia católica.

El cardenal Robert Prevost, de 69 años y nacionalizado peruano, fue elegido como el sucesor del Papa Francisco, adoptando el nombre de Papa León XIV. El anuncio fue recibido con júbilo por miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro y millones de católicos alrededor del mundo que siguieron el evento por televisión y redes sociales.

La elección se produjo tras dos días de deliberaciones en el cónclave papal, que comenzó la tarde del 7 de mayo. La primera ronda de votación fue inconclusa, lo que quedó señalado por la tradicional fumata negra.

Al día siguiente, la cuarta votación resultó definitiva y marcó el inicio de un nuevo capítulo para la Iglesia. El nuevo pontífice se dirigió a los fieles con un mensaje claro y compasivo: «La paz esté con ustedes, Dios ama a todos», palabras que fueron seguidas por un llamado a la unidad, al diálogo y a la construcción de puentes entre pueblos y culturas.

El Papa León XIV dedicó parte de su primera aparición a expresar su gratitud hacia el Papa Francisco y a saludar con afecto a su antigua diócesis de Chiclayo, en el norte de Perú. Su elección ha sido especialmente significativa para América Latina, dado que no solo es el primer papa estadounidense en la historia, sino también un ciudadano peruano por naturalización desde 2015, lo que ha despertado entusiasmo tanto en Estados Unidos como en el país andino.

Nacido el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, Illinois, Robert Prevost es miembro de la Orden de San Agustín y tiene una sólida formación académica en matemáticas, teología y derecho canónico. Tras su ordenación sacerdotal en 1982, desempeñó roles clave como profesor, decano y Prior General de su orden.

En 2014, el Papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo, y en 2020, prefecto del Dicasterio para los Obispos, uno de los cargos más influyentes del Vaticano. Fue creado cardenal en 2023.

Su elección como Papa León XIV no solo remite al simbolismo del nombre —una evocación del Papa León XIII, figura reconocida por sus enseñanzas sociales—, sino también al perfil pastoral de Prevost, quien destacó durante su tiempo en Perú por su cercanía con las comunidades rurales e indígenas.

Esta experiencia ha influido profundamente en su visión de una Iglesia centrada en la justicia social, el diálogo interreligioso y la sinodalidad.

En su primera intervención pública, además de dirigirse en italiano y latín, el Papa León XIV habló en español, un gesto que subraya su vínculo con los pueblos latinoamericanos.

En Perú, las reacciones fueron inmediatas: tanto la presidenta Dina Boluarte como el Consejo de Ministros saludaron su elección con mensajes emotivos, destacando su humildad, servicio y compromiso con los más necesitados.

«El pueblo peruano, nación de fe y esperanza, se une en oración por su pontificado», señaló la Presidencia en un comunicado.

La comunidad internacional también expresó su bienvenida. El Secretario General de la ONU, António Guterres, felicitó al nuevo Papa y destacó la importancia de su voz en la defensa de la paz, la dignidad humana y la solidaridad global. El presidente Donald Trump celebró con orgullo que un estadounidense ocupe el trono de San Pedro, describiendo la elección como un honor histórico para el país.

El pontificado de León XIV se inicia en un contexto de desafíos complejos dentro y fuera de la Iglesia. Cuestiones como el rol de la mujer en la institución, el cambio climático, los derechos de las minorías y las tensiones geopolíticas globales requerirán liderazgo, sabiduría y sensibilidad pastoral. Su formación agustiniana, centrada en la reflexión teológica, la humildad y la vida comunitaria, podría ofrecer un enfoque renovador ante estas problemáticas.

Además, su paso por el Dicasterio para los Obispos le otorga un conocimiento detallado sobre el funcionamiento interno del Vaticano y las dinámicas eclesiales a nivel global. Se espera que esta experiencia le permita avanzar en las reformas iniciadas por su predecesor y continuar con una línea de apertura hacia el diálogo interreligioso, la inclusión y la misión social de la Iglesia.

El nombre elegido, León XIV, puede marcar una visión de continuidad con el pensamiento social católico del siglo XIX, pero con una nueva proyección hacia el siglo XXI, donde la Iglesia busca mantener su relevancia en un mundo cada vez más secularizado y polarizado. La combinación de una sólida formación académica, sensibilidad pastoral y visión global convierte al nuevo Papa en una figura que genera esperanza tanto dentro como fuera del catolicismo.

La Iglesia católica entra así en una nueva etapa bajo el liderazgo de un pontífice que, por origen, trayectoria y visión, simboliza un puente entre continentes, culturas y generaciones. El mundo observa con expectativa el inicio de este nuevo pontificado.