Washington (DC).- Juneteenth, celebrado cada 19 de junio, conmemora el día en que se anunció el fin de la esclavitud en Estados Unidos, marcando un antes y un después en la historia del país.
A pesar de que la Proclamación de Emancipación fue firmada por Abraham Lincoln el 1 de enero de 1863, no fue sino hasta el 19 de junio de 1865 cuando los últimos afroamericanos esclavizados en Galveston, Texas, recibieron la noticia de su liberación.
Aquel día, el general de la Unión Gordon Granger llegó con tropas federales para leer la Orden General Nº 3, que proclamaba que todas las personas esclavizadas en Texas eran libres. Esta fecha ha quedado grabada en la memoria colectiva como Juneteenth, una mezcla de «June» (junio) y «nineteenth» (decimonoveno), y se ha convertido en símbolo de liberación, justicia y esperanza para la comunidad afroamericana.
En aquel entonces, Texas albergaba a unos 250.000 afroamericanos en situación de esclavitud, en gran parte debido a su ubicación remota y su débil presencia militar federal, lo que permitió a los esclavistas seguir operando al margen de la ley.
El anuncio de la libertad no solo significó el final formal del sistema esclavista en ese estado, sino también una profunda transformación social que, aunque tardía, inició un nuevo capítulo para quienes habían vivido bajo la opresión. Desde entonces, Juneteenth se conoce también como Día de la Emancipación, Día de la Libertad o Día de la Independencia Negra.
Las primeras celebraciones surgieron en 1866 en comunidades afroamericanas de Texas. A pesar de la pobreza y el racismo institucionalizado, las familias se reunían para orar, contar historias, celebrar con música y comida y reflexionar sobre el significado de la libertad.
Los alimentos rojos, como el pastel de terciopelo rojo y el té de hibisco, comenzaron a simbolizar la sangre derramada y la resistencia del pueblo afroamericano. Con el paso del tiempo y la migración hacia otras regiones durante la Gran Migración, estas tradiciones se expandieron a ciudades del norte y oeste, ganando diversidad y fuerza.
Durante el siglo XX, las celebraciones de Juneteenth enfrentaron altibajos. Las leyes de Jim Crow, la segregación racial y las crisis económicas dificultaron los eventos comunitarios. Muchos afroamericanos comenzaron a integrarse en celebraciones nacionales como el 4 de julio, aunque con el sentimiento persistente de que esa fecha no representaba su verdadera liberación. Sin embargo, la semilla de Juneteenth jamás desapareció.
Con la llegada del Movimiento por los Derechos Civiles en los años 50 y 60, surgió una nueva conciencia colectiva sobre el valor de conmemorar este día, no solo como una efeméride, sino como una herramienta de resistencia cultural y reivindicación política.
Una figura clave en esta renovación fue Opal Lee, conocida como la «abuela de Juneteenth». Su caminata simbólica desde Fort Worth, Texas, hasta Washington D.C. en 2016 a los 89 años capturó la atención del país e impulsó una ola de apoyo popular que culminó con el reconocimiento federal del día.
El 17 de junio de 2021, el presidente Joe Biden firmó la ley que establecía el 19 de junio como feriado nacional en Estados Unidos. Fue el primer nuevo feriado federal desde el Día de Martin Luther King Jr. en 1983.
Hoy en día, Juneteenth se celebra con desfiles, conciertos, festivales gastronómicos, lecturas de textos históricos y eventos educativos. Las comunidades también organizan ferias de salud, campañas de registro de votantes y encuentros para debatir temas como el encarcelamiento masivo, la brecha económica y la discriminación estructural.
Es una fecha para recordar el pasado, celebrar los logros presentes y trazar caminos hacia una sociedad más justa.
Aunque su reconocimiento oficial es reciente, Juneteenth ha trascendido fronteras. Se celebra también en países como Canadá, el Reino Unido y Nigeria, especialmente entre comunidades de la diáspora africana que encuentran en esta fecha un espejo de su propia historia de opresión y lucha.
A través de la música, la danza, el arte y la palabra, Juneteenth se ha consolidado como un puente entre culturas, generaciones y continentes.
Más allá de su importancia histórica, Juneteenth plantea una reflexión profunda sobre lo que significa realmente ser libre en una nación marcada por siglos de desigualdad. El día no solo honra a quienes lucharon por la libertad, sino que también exige responsabilidad y acción continua para enfrentar los desafíos del racismo sistémico.
Su esencia radica en la fuerza de las comunidades que lo mantienen vivo, defendiendo su autenticidad frente a la mercantilización y reivindicando su poder como símbolo de transformación.
Con su creciente popularidad, Juneteenth se perfila no solo como una fecha conmemorativa, sino como un catalizador de cambio. En un mundo donde las injusticias persisten, recordar el 19 de junio es más necesario que nunca. Celebrarlo es, en última instancia, reconocer que la libertad verdadera implica igualdad, dignidad y respeto para todos.