Houston (Texas).- La jornada del 21 de junio en la Copa Oro 2025 dejó emociones al límite en el Grupo B, con dos partidos que alteraron el panorama rumbo a los cuartos de final.
En el Shell Energy Stadium de Houston, Canadá y Curazao protagonizaron un empate 1-1 con tintes dramáticos, mientras que Honduras venció 2-0 a El Salvador, sumando tres puntos vitales que lo colocan en el segundo lugar del grupo.
El primer encuentro del día ofreció una mezcla de dominio canadiense y resistencia curazoleña. Canadá, dirigido por Jesse Marsch y con figuras como Alphonso Davies y Jonathan David, se adelantó temprano gracias a una jugada bien construida que terminó en gol al minuto 9, con asistencia del defensor Joel Waterman.
La selección norteamericana parecía encaminada a una victoria segura, imponiendo su estilo de juego basado en la posesión y la velocidad en las transiciones ofensivas.
Sin embargo, Curazao, bajo la batuta del experimentado técnico Dick Advocaat, no se dio por vencido. Con una propuesta basada en la disciplina táctica y el contraataque, el equipo antillano resistió los embates canadienses y aprovechó cada oportunidad para amenazar en el área rival.
El portero Tyrick Bodak fue clave para mantener a flote al equipo con varias atajadas que evitaron que Canadá ampliara su ventaja.
Cuando parecía que los tres puntos estaban asegurados para los canadienses, Jeremy Antonisse, delantero del FC Luzern, apareció en el tiempo añadido para anotar un gol de último minuto que desató la euforia en el banquillo curazoleño.
El tanto llegó tras una jugada rápida que tomó desprevenida a la zaga canadiense, reflejando la capacidad de Curazao para mantenerse competitivo ante rivales superiores en el papel. El 1-1 final dejó a ambos equipos con posibilidades de avanzar, aunque Canadá necesitará al menos un empate en su último compromiso para asegurar su pase a cuartos.
En el segundo duelo de la jornada, la rivalidad centroamericana entre Honduras y El Salvador encendió los ánimos del público en Houston. Honduras, con Reinaldo Rueda al mando, salió decidido a imponer condiciones. Con figuras como Anthony Lozano y Alberth Elis en la delantera, los catrachos mostraron un juego más directo y físico, que les permitió abrir el marcador en los primeros compases del partido y luego ampliar la ventaja con un segundo tanto que puso cuesta arriba el desafío para los salvadoreños.
El Salvador, dirigido por David Dóniga, apostó por un planteamiento más conservador, intentando controlar los espacios y buscar oportunidades a balón parado o mediante errores rivales.
El esfuerzo del equipo no fue suficiente para frenar a una Honduras que supo manejar la ventaja con inteligencia y determinación. El arquero Mario González evitó una diferencia mayor con sus intervenciones, pero el daño ya estaba hecho.
Con este resultado, Honduras escaló al segundo lugar del Grupo B y depende de sí mismo para clasificar a la siguiente ronda. Por su parte, El Salvador quedó en una posición delicada y necesitará una victoria en su último partido, combinada con otros resultados favorables, para mantener viva la esperanza de seguir en el torneo.
Los encuentros del Grupo B han demostrado una paridad notable, donde ningún equipo puede confiarse. Las actuaciones destacadas de jugadores como Waterman, Antonisse, Lozano y Bodak ilustran el talento repartido en la zona y auguran una definición apasionante en la última jornada.
El martes 24 de junio se jugarán los partidos decisivos. Canadá enfrentará a El Salvador nuevamente en Houston, mientras que Honduras se medirá ante Curazao en San José, California. Ambos encuentros serán simultáneos y definirán qué selecciones acceden a los cuartos de final, programados para los días 28 y 29 de junio.