Kansas City (Kansas).- El LA Galaxy sufrió una sorpresiva y dolorosa derrota por 1-0 ante el Sporting Kansas City en su visita al Children’s Mercy Park, en un duelo correspondiente a la Temporada Regular 2025 de la Major League Soccer (MLS), presenciado por 17,902 aficionados.
Lo insólito del encuentro fue que el conjunto angelino perdió el partido pese a que el rival no registró un solo disparo al arco, estableciendo así un hecho sin precedentes en la historia de la liga. El único gol llegó por un infortunado autogol del defensor Maya Yoshida al minuto 13, tras desviar un centro raso de Daniel Salloi que terminó incrustándose en su propia portería.
Este resultado cortó una racha de cinco partidos sin perder del Galaxy frente al equipo de Kansas City, una seguidilla que se remontaba al 4 de septiembre de 2022 y que comprendía dos victorias y tres empates, con 11 goles a favor y 9 en contra.
La derrota también acentuó el complicado historial del Galaxy como visitante ante el Sporting KC, con un récord de 10 triunfos, 19 derrotas y 9 empates en 38 encuentros de liga jugados en suelo rival.
A pesar de dominar abrumadoramente las estadísticas del partido, el LA Galaxy fue incapaz de convertir su superioridad en el marcador. Completó 640 pases, en contraste con solo 221 del Sporting Kansas City, y tuvo un 64% de posesión del balón frente al 36% del rival.
Además, generó una expectativa de gol (xG) de 1.93, frente al 0 absoluto del conjunto local. Sin embargo, la falta de precisión en la última jugada fue determinante, algo que el propio técnico Greg Vanney reconoció tras el pitazo final.
El director técnico del Galaxy destacó que el planteamiento táctico del rival, que defendió con un 4-3-3 muy compacto en el mediocampo, obligó a su equipo a intentar progresar por las bandas.
Aunque consiguieron llegar en numerosas ocasiones a zonas de peligro, Vanney subrayó la desconexión en las acciones finales como el principal obstáculo para lograr al menos el empate.
«No podríamos haber estado en mejores posiciones durante los 90 minutos», afirmó. «Pero simplemente no conectamos muchas veces en la acción final».
El partido también estuvo marcado por momentos individuales significativos. Maya Yoshida, protagonista involuntario del autogol, había debutado como titular con el Galaxy apenas el 1 de abril, mientras que el portero John McCarthy alcanzó su aparición número 50 —y también su 50.ª titularidad— en todas las competiciones con el club.
Más allá de la derrota, el cuerpo técnico y los jugadores del Galaxy deberán enfocarse ahora en corregir errores de definición y afinar las asociaciones ofensivas, especialmente cuando el rival cierra espacios en el mediocampo como lo hizo el Sporting KC.
Vanney enfatizó la necesidad de ser más físicos en el área y crear «pequeñas ventanas de espacio» que permitan finalizar con precisión las jugadas generadas desde los extremos. El equipo californiano cuenta con jugadores como Miki Yamane y Marco Reus que pueden marcar la diferencia, pero la sincronización aún no es óptima en el último tercio del campo.
En términos históricos, el enfrentamiento fue el número 82 entre ambas escuadras en todas las competiciones, con ventaja general del Galaxy de 33 victorias, 30 derrotas y 19 empates.
Dentro de la liga, LA lidera también con un récord de 28-26-18, y en los playoffs de la Copa MLS domina 5-3-1. Sin embargo, esta reciente derrota podría servir como punto de inflexión para el conjunto angelino, que buscará reencontrarse con la victoria en su siguiente compromiso.
El próximo partido del LA Galaxy será el sábado 10 de mayo ante los New York Red Bulls en el Sports Illustrated Stadium, un duelo que promete ser intenso y que ofrecerá una nueva oportunidad para que el equipo de Vanney demuestre que puede capitalizar su dominio en resultados concretos.
Con 640 pases completados, una elevada posesión del balón y múltiples llegadas, la derrota frente al Sporting KC deja lecciones clave, pero también señales positivas sobre el control del juego.
La MLS sigue dejando partidos insólitos, como este que quedará registrado por ser el primero en el que un equipo pierde sin que el rival ejecute un solo disparo. El Galaxy tendrá que transformar esa superioridad técnica en goles, y hacerlo pronto, si quiere mantenerse como contendiente en una conferencia cada vez más competitiva.