Washington (AFP) – Estados Unidos anunció el jueves que enviará de regreso a México a los solicitantes de asilo que crucen su frontera sur mientras la justicia resuelve sus casos, y el gobierno mexicano indicó que los recibirá, pero que no aceptará a deportados.

El anuncio se produce ante el fracaso de los esfuerzos del gobierno de Trump para detener una ola migratoria -fundamentalmente centroamericanos que huyen de la violencia- que busca ingresar a Estados Unidos.

«Inmigrantes que traten de burlar el sistema para entrar a nuestro país ilegalmente no podrán desaparecer en Estados Unidos, donde muchos evitan las audiencias judiciales» a las que deben comparecer para seguir sus casos de solicitud de asilo, anunció la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen.

«Ellos esperarán por la decisión de una corte migratoria en México. (La política de) ‘Detener y liberar’ será sustituida por la de ‘detener y devolver'», dijo Nielsen en un comunicado.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo espera que esa decisión lleve a una caída histórica de la inmigración ilegal.

«El incentivo de venir aquí, tramitar el asilo y permanecer en Estados Unidos durante la sustanciación de esa petición, ya no va a existir», afirmó.

Tras el anuncio, la embajada de México en Washington afirmó que garantizará los derechos de los migrantes que sean enviados a su territorio desde Estados Unidos mientras se tramite su solicitud de asilo, pero aclaró que su país no va a aceptar deportados por Estados Unidos.

México «garantizará que las personas extranjeras que hayan recibido su citatorio gocen plenamente de los derechos», dijo en una rueda de prensa José Antonio Zabalgoitía, encargado de negocios de la embajada mexicana en Washington.

El diplomático especificó que esta medida ha sido adoptada por motivaciones «humanitarias».

«La medida se refiere sólo a los solicitantes de asilo y refugio en los Estados Unidos», especificó Zabalgoitía. «No vamos a aceptar deportados por Estados Unidos», aclaró durante la rueda de prensa el diplomático.

En el último año, miles de personas han logrado cruzar la frontera para pedir asilo, obligando a Estados Unidos a analizar sus casos, algo que puede demorar meses o años, por lo que los migrantes son liberados a la espera del proceso.

Nielsen dijo que la decisión de este jueves reducirá la migración ilegal «al quitar uno de los principales incentivos para que las personas se lancen, en primer lugar, a un peligroso viaje hacia Estados Unidos».

– El muro –

Donald Trump tomó el tema de la lucha contra la inmigración como el eje de su campaña electoral y volvió a atizar la polémica durante las elecciones de mitad de mandato en noviembre pasado.

Después de que una caravana de migrantes hondureños que salió de San Pedro Sula en octubre captó la atención de Trump, este alertó sobre una supuesta «invasión» que acechaba al país y retomó el tema del muro presentándolo como una emergencia nacional, movilizando a la Guardia Nacional y a efectivos del ejército para asistirlos.

En su campaña contra la inmigración la construcción de un muro en la frontera con México ocupa un rol central y este jueves Trump afirmó que no firmará un proyecto de presupuesto que no incluya un financiamiento para el muro, pese a la amenaza inminente de que una falta de acuerdo provoque un temido «shutdown» del gobierno federal.

– «Alguien tiene que ser el adulto» –

Para la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) cerrar la frontera a personas que han recorrido miles de kilómetros buscando seguridad en Estados Unidos es una «afrenta a los valores estadounidenses».

«Obligar a los demandantes de asilo a quedarse en México es la última de una serie de medidas punitivas crueles impulsadas por el gobierno de Trump que están fundamentalmente en contra con el compromiso de nuestra nación de dar protección a quienes huyen de la persecución», dijo Chris Rickerd, asesor principal de la organización.

Zabalgoitía llamó a «no convertir a los migrantes en una pelota de ping pong».

El representante dijo que México «reconoce que el gobierno de Estados Unidos tiene el derecho de determinar su política migratoria conforme a sus intereses» pero que la aplicación de esta medida está orientada a los migrantes.

«Anteponemos el bienestar de los migrantes, no los vamos a poner una situación de doble vulnerabilidad. Preferimos recibirlos», afirmó.

«En una situación donde tienes esa confrontación, alguien tiene que ser el adulto dentro del cuarto», concluyó.