Moscú (AFP) – España se sumó este domingo a la lista de favoritos eliminados prematuramente del Mundial-2018 al caer en la tanda de penales 4-3 ante el anfitrión Rusia (tras empate 1-1), un día después de que también se despidieran Argentina de Messi y Portugal de Cristiano Ronaldo.

También por una definición en la serie de penales 3-2, trs empate 1-1, Croacia eliminó este domingo a Dinamarca y jugará con Rusia en cuartos de final el 7 de julio en Sochi.

El otro cruce ya definido de esa instancia se dará entre Francia y Uruguay, el 6 de julio en Nizhni Nóvgorod.

– El reino del revés –

España, uno de los grandes favoritos,  y antes Alemania y la Argentina de Messi, campeón y subcampeon mundiales, y Portugal de Cristiano Ronaldo, campeón de Europa, no pasaron de octavos de final.

Un Mundial patas para arriba.

El anfitrión logró el boleto a cuartos en la tanda de penales por 4-3 luego de haber igualado 1-1 en los 120 minutos de los tiempos regular y suplementario.

Koke Resurrección e Iago Aspas fallaron sus lanzamientos en la tanda decisiva, mientras que los rusos anotaron los cuatro que patearon, lo que terminó condenando al campeón mundial de 2010.

– Tarde de siesta –

Salvo en un tramo del período suplementario, con Andrés Iniesta en el campo, España obvió su habitual planteo de ataque y nunca encontró el juego asociado que le sienta tan cómodo.

España no pudo, y Rusia no quiso. Entonces se vivió un domingo de siesta en el estadio Luzhniki hasta la definición de los penales. El sol del verano boreal invitaba a dormitar pero ambas selecciones hicieron todo lo posible para que los 80.000 espectadores compitieran por el bostezo más largo.

La mayor posesión de balón, habitual en el juego de España, no implicó mayor eficacia: los jugadores de La Roja dieron 1.029 pases acertados mientras que los locales apenas 202.

Hasta que después de 120 minutos con escasas emociones, llegó la siempre emocionante tanda de penales. El instante decisivo en el que no solo influye la suerte, sino también el estado de ánimo. Algo que no destacó en España, aunque las fallas no estuvieron en los disparos, sino antes, al menos al inicio del Mundial.

La salida intempestiva del entrenador Julen Lopetegui por Fernando Hierro dos días antes del inicio del Mundial, no fue gratis para un equipo que amenazaba con repetir su título logrado en Sudáfrica-2010.

Para colmo España se enfrentó a un equipo hipermotivado, a un estadio lleno, a todo un país… y a su propia historia, ya que la Roja nunca ganó a un anfitrión en un Mundial.

– A repetir la gesta de 1998 –

Parecía que se venía un vendaval de goles cuando al minuto de juego marcó el danés Mathias Jørgensen el tanto más rápido del Mundial de Rusia y tres minutos más tarde igualó Mario Mandzukic, pero todo fue un espejismo.

Tras la igualdad prematura, el astro Luca Modric falló un penal al minuto 116 poniendo en riesgo la clasificación, pero en la serie el mismo volante del Real Madrid convirtió uno de los tres de su equipo, mientras un magistral Danijel Subasic detuvo tres disparos de los daneses.

«Nuestros tres mejores lanzadores de penales fallaron sus disparos hoy. Lo siento por Kasper (Schmeichel) y por todo el equipo», declaró en conferencia de prensa el entrenador de Dinamarca, Age Hareide.

La definición por penales es la «la crueldad del fútbol», añadió.

Los balcánicos dieron una gran impresión en la primera fase, con un pleno de 9 puntos y sobre todo una humillación a Argentina, a la que golearon 3-0.

Los croatas sueñan con repetir o superar las semifinales alcanzadas en Francia-1998 por la primera gran generación de jugadores de ese pequeño país, liderada por Davor Suker, Zvonimir Boban y Robert Prosinecki.

En la víspera «no quise decir que este podría ser el partido más importante para nuestra generación, pero sí lo fue. Sabíamos que teníamos una gran oportunidad» para clasificar a cuartos, donde se enfrentará a Rusia, que sorprendentemente eliminó a España, también en los penales», dijo la estrella croata, Luka Modric.

– Nace una estrella –

La abdicación de los dos monarcas del fútbol coincidió con el nacimiento a ojos del mundo de una futura estrella: Kylian Mbappé. El delantero galo hizo dos goles, provocó un penal y con su velocidad desnudó todas las miserias defensivas de la Albiceleste.

Que ocupe o no el trono del fútbol mundial en un futuro cercano dependerá de lo que sea capaz de hacer Mbappé en una cancha, aunque condiciones le sobran. Sólo Neymar, su compañero en el París SG, parece en condiciones de poder luchar con el francés por el cetro futbolístico.

La derrota argentina supone el adiós de una generación. Javier Mascherano y Lucas Biglia anunciaron que dejan la Albiceleste.

Messi, que ya amagó con irse tras perder la final de la Copa América Centenario en 2016, se fue en silencio del estadio Kazán Arena y al día siguiente tampoco hizo declaración alguna antes de viajar a Barcelona.

El que dijo que por el momento «no evalúa» su dimisión fue el técnico Jorge Sampaoli, pese al pobre papel de su seleccionado y a su caótica gestión del grupo.

– El ‘Matador’ opacó a Cristiano –

Cristiano Ronaldo, que difícilmente llegará a otro Mundial, fue víctima de otro jugador del PSG: Edinson Cavani. A Uruguay le bastaron dos estocadas del ‘Matador’, para acabar con la bestia ibérica, vigente campeona continental.

La mala noticia para la Celeste fue la lesión de su goleador, que será duda para el partido de cuartos contra Francia. «Sentí un pinchazo en el gemelo. Dios quiera que no sea nada y podamos seguir ahí», reveló Cavani, al borde del llanto tras el partido en Sochi.