Honkol (Camerún).- Situada a orillas del río Logone, en la región del Extremo Norte del Camerún, junto a la frontera con el Chad, Logone-Birni ha sido testigo de una larga serie de conflictos y desórdenes.

La insurgencia de Boko Haram —que afecta a la región del Extremo Norte desde hace casi una década—, ha hecho que muchas personas hayan sufrido violencia y perturbaciones.

Y en diciembre de 2021 volvieron a producirse violentos enfrentamientos.

Esta vez el conflicto surgió entre pescadores continentales, pastores autóctonos y agricultores por los limitados recursos hídricos, una consecuencia del cambio climático y la disminución de las precipitaciones. Decenas de miles de personas se vieron obligadas a huir para salvar sus vidas.

Durante años, pescadores, pastores y agricultores han dependido del mismo río y de otras masas de agua continentales para su subsistencia.

Pero el conflicto por estos recursos hídricos cada vez más escasos ha obligado a Fadmee —procesadora de pescado—, así como a muchos otros, a abandonar sus hogares.

Fadmee recuerda: “lo perdí todo: mis actividades, mi equipo para ahumar pescado, que tuve que vender. Todo quedó destruido, incluso mi casa”.

A pesar de la pérdida de sus bienes, cuando el conflicto se calmó un par de meses después, Fadmee se sintió aliviada al regresar a Honkol, su ciudad natal, a principios de 2022. Se unió a muchos otros que buscaban reconstruir sus vidas y medios de subsistencia.

Apoyando la reintegración y recuperación económica de los desplazados internos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) proporcionó 18 hornos Chorkor para ahumar pescado y cursos de capacitación en métodos sostenibles de ahumado de pescado a pescadores de varias aldeas de Logone-Birni.

Más calidad, menos pérdidas

Con el apoyo de la FAO, 60 mujeres y 26 hombres recibieron capacitación en la fabricación y manejo de los hornos Chorkor y aprendieron técnicas mejoradas de ahumado.

Estas personas capacitadas organizaron luego períodos de sesiones en sus aldeas para compartir las mejores prácticas que habían aprendido.

En esta región de Camerún, como en muchas otras de África, el ahumado en caliente ha sido el método tradicional de elaboración del pescado fresco para la venta.

La introducción de hornos como el Chorkor mejora la calidad de los productos acabados.

Con hasta 24 rejillas de secado, estos hornos también tienen capacidad para aumentar la producción de pescado ahumado y reducir las pérdidas alimentarias, lo que, en última instancia, se traduce en mayores ingresos para pescadores como Fadmee.

Desde el punto de vista medioambiental, el horno Chorkor necesita menos leña para el consumo de combustible, lo que reduce la presión sobre los recursos naturales; también emite poco humo, lo que minimiza los riesgos para la salud asociados a la inhalación de humo, las quemaduras y la exposición al calor.

Existen además beneficios sociales. El proyecto de la FAO ha dado a los desplazados internos y a las comunidades de acogida la oportunidad de trabajar juntos.

En relación con la instalación de los hornos, se crearon 18 grupos para colaborar en estas actividades, promoviendo al mismo tiempo la coexistencia pacífica y reforzando la inclusión social.

Fadmee afirma que ahora su trabajo le requiere menos esfuerzo y que produce pescado ahumado de mejor calidad.

“Antes de que la FAO introdujera el Chorkor, utilizaba hornos tradicionales, y me resultaba difícil. Este nuevo método de ahumado es muy bueno porque me permite manipular el pescado con facilidad, y dedico mucho menos tiempo y esfuerzo”, explica.

“Hoy, consigo ahumar pescado hasta cuatro veces por semana, y mis beneficios me ayudan a cubrir las necesidades de mi familia”. Fadmee añade: “pienso aumentar mi producción de ahumados y construir otro horno Chorkor”.

Como parte de este proyecto, la FAO también distribuyó insumos pesqueros a 127 hogares, un total de casi 900 personas.

“Queremos apoyar el desarrollo de la pesca responsable y la reducción de las pérdidas posteriores a la cosecha en las zonas ribereñas del río Logone, de ahí la necesidad de instalar hornos Chorkor en las demás aldeas de Logone-Birni y los municipios circundantes” afirma Athman Mravili, Representante de la FAO en el Camerún.

“Los desplazados internos, los retornados y las comunidades de acogida necesitan nuestro apoyo para recuperarse”.

Los conflictos y las crisis inducidas por el clima y los desplazamientos que generan son una de las principales causas de malnutrición e inseguridad alimentaria en todo el mundo.

Junto a sus asociados, la FAO trabaja para reducir estos efectos, apoyando la seguridad alimentaria y los medios de vida de los afectados.

Contenido relacionado