La Paz (AFP) – Bolivia, donde el próximo domingo el presidente izquierdista Evo Morales pelea por un cuarto mandato, tiene la capital más alta del mundo, las tierras en las que ejecutaron al guerrillero Ernesto Che Guevara y la hoja de coca, un antídoto popular que se ofrece en múltiples versiones.

– La Paz, la más alta –

La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo, está ubicada a 3.657 metros sobre el nivel del mar. Su aeropuerto está en El Alto, una ciudad aledaña a 4.000 metros donde las tiendas de «souvenirs» venden bebidas de coca y tubos de oxígeno para aliviar la sensación de ahogo de los foráneos.

La capital oficial es Sucre, a unos 700 km al sureste de La Paz.

El «mal de altura» o «sorojchi» que suele afectar a los turistas en La Paz, con dolor de cabeza, insomnio o mareos, ocurre «fundamentalmente por una disminución de la presión de oxígeno en el aire ambiente (y) una menor densidad del aire», dice la investigadora Mercedes Villena Cabrera, del Instituto Boliviano de Biología de Altura.

En la zona metropolitana viven casi dos millones de personas que son reflejo de las 36 nacionalidades -cada una con idioma propio- que integran Bolivia, donde los indígenas representan 62% de los 11,3 millones de habitantes. Las comunidades más grandes son la quechua y la aymara.

– El final del Che –

El 9 de octubre de 1967 es ejecutado por el Ejército boliviano el guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, tras un enfrentamiento armado que marcó el fracaso de su lucha por instalar un nuevo «Vietnam».

En su columna armada habían unas 50 personas, entre ellos cubanos y bolivianos. En sus filas se encontraba el filósofo y escritor francés Regis Debray, detenido en las selvas bolivianas el 20 de abril de 1967 y sentenciado por una corte militar a 30 años de prisión, pero amnistiado en 1970.

El cuerpo del Che fue hallado en una fosa común en el poblado de Vallegrande en junio de 1997 y llevado a Cuba.

– La hoja de coca –

Bolivia es el tercer productor de coca en el mundo, después de Colombia y Perú. La milenaria planta es materia prima para la fabricación de cocaína, pero desde tiempos precoloniales es utilizada por los indígenas para el mascado, la infusión y rituales religiosos.

En el país existen 23.100 hectáreas de cultivos de coca, según datos de las Naciones Unidas.

En Bolivia esta planta se usa en bebidas gaseosas, dulces, licor y cerveza, e incluso en el champú, y las hojas se venden en bolsitas para preparar infusión, como la que le ofrecieron al papa Francisco al llegar a La Paz en 2015. También hay harina de coca, con la que prepararon una torta en 2014 al entonces secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que cumplió 70 años en una visita al país. A la infusión también le atribuyen beneficios digestivos.

– Salar de Uyuni, maravilla natural –

En el departamento andino de Potosí, en el suroeste, se encuentra el Salar de Uyuni, la pastilla salina más grande del mundo, con una extensión de 10.582 cuadrados, a 3.663 metros sobre el nivel del mar.

Es la principal zona turística del país y uno de los más importantes yacimientos de litio en el mundo. Bolivia logró certificar sus reservas de litio de 21 millones de toneladas en febrero pasado y busca fabricar baterías de litio en asociación con empresas de Alemania y China.

– El trauma de vivir sin mar –

En 1879 Bolivia fue a la guerra, en alianza con Perú, para enfrentar a Chile. Perdió 120.000 metros cuadrados y 400 km de costa sobre el océano Pacífico. Los bolivianos cedieron territorios por la vía armada o diplomática a todos sus vecinos, pero la pérdida de su única salida al mar es una herida que no sana.

El gobierno de Evo Morales demandó a Santiago ante la Corte Internacional de Justicia para que cumpla sus históricas ofertas de resolver la «mediterraneidad» de Bolivia, pero La Haya falló que no había una obligación. La Paz, no obstante, no tiene intención de bajar los brazos hasta no volver a tener mar.