Montevideo (AFP) – «Esto es una maravilla, ¡un parque de diversiones!», dice entusiasmado a AFP Paulo Lorenzo, un joven turista brasileño que llegó a Montevideo para la ExpoCannabis 2021, una feria de la ascendente industria cannábica en Uruguay, donde la legalización de la planta ha permitido el desarrollo de más de 160 empresas.

Desde comida para perros, ginebra, cosméticos o medicamentos con cannabis hasta fertilizantes o implementos para fumar, más de 150 stands exponen sus productos en la octava edición de esta feria de tres días que comenzó el viernes y se extendió hasta el domingo.

La industria del cannabis en Uruguay «crece exponencialmente», asegura a AFP Mercedes Ponce de León, fundadora y organizadora del evento, quien agrega que este año «más del 30% de los stands son extranjeros», con firmas de Brasil, Sudáfrica o Canadá, entre otros.

Tanto las empresas como los turistas llegan atraídos por el marco normativo amigable con un producto que aún es ilegal en muchas partes del mundo.

«El respeto a las libertades en Uruguay es maravilloso», comenta Zvezda Lauric, representante de Juicy Fields en el stand de esta empresa alemana que trabaja con granjas de cannabis medicinal.

«Ojalá podamos instalarnos también aquí».

Lo mismo sostiene Joel Pavini, otro turista brasileño que dice haber llegado a Uruguay «en busca de la libertad» que el país ofrece. «Quiero emigrar aquí para trabajar con cannabis», sostiene en medio de su recorrida por la Expo.

Más de 65.000 consumidores –

Uruguay se convirtió en 2013 en el primer país del mundo en legalizar la producción, distribución y consumo de cannabis.

Desde entonces, el país ha otorgado 151 licencias para cultivo, de las cuales la gran mayoría (más del 80%) son para plantaciones de cáñamo, según números de la agencia público-privada de promoción de inversiones Uruguay XXI. El resto son para cultivos de cannabis psicoactivo o medicinal.

Además, hay 17 licencias para industrialización y siete para investigación, abarcando 164 empresas dedicadas a esta industria

En cuanto a la marihuana, es posible conseguirla de tres maneras: cultivarla en casa para consumo personal, acceder a ella a través de un club o adquirirla en una farmacia.

En todos los casos es necesario un sistema de registro y por ahora la compra no está permitida a turistas, aunque el gobierno de Luis Lacalle Pou advirtió que la idea está en evaluación para 2023.

La venta en farmacias, habilitada desde 2017, es nominativa y limitada a 40 gramos mensuales por usuario.

Actualmente hay cinco empresas autorizadas para producir y distribuir marihuana a las 46.375 personas que están registradas para comprar.

Además hay 12.902 cultivadores domésticos y 213 clubes con 6.452 miembros, según las últimas cifras del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) actualizadas a noviembre.

Exportación en aumento –

Uruguay logró su primera exportación de cannabis en 2019 y en 2020 registró ventas que superaron los 7,5 millones de dólares, con unas 10 toneladas de flores comercializadas, de acuerdo a datos de Uruguay XXI.

Aunque muchos países han despenalizado el consumo y la posesión de marihuana, eximiendo de penas de prisión a los consumidores, son menos los que ofrecen un marco legal para su cultivo y consumo.

Hasta ahora, solo Uruguay y Canadá poseen normativa a nivel nacional que abarca tanto uso medicinal como recreativo.

Otros países latinoamericanos que han legalizado el uso terapéutico del cannabis son Chile, Colombia, Argentina, México, Perú y Ecuador.

Según un reporte de la consultora inglesa Prohibition Partners, se estima que de los 655 millones de habitantes de Latinoamérica y el Caribe, 35 millones (5,4%) son usuarios de cannabis en el mercado legal e ilegal.

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