Buenos Aires (AFP) – El presidente argentino, Alberto Fernández, emprende el miércoles una gira europea, tras cumplir el primer viaje de su gestión a Israel la semana pasada, teniendo como telón de fondo la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y acreedores privados.

«A los países de Europa vamos, además de para ver a Su Santidad, a ver a líderes de Occidente. Por afinidad, por interés en saber qué piensan del país y porque Argentina está en una negociación compleja, fundamental para su futuro, y todos ellos tienen una silla en el FMI», destacó el canciller Felipe Solá.

Su primera escala será el Vaticano, donde el 31 de enero será recibido por el papa Francisco, su compatriota. No se descarta que lo invite a visitar su país, al que no regresó desde que en marzo de 2013 fue designado para liderar la Iglesia Católica.

«Es un líder moral en el mundo. Le agradezco mucho (el encuentro), es un modelo de conducta», declaró Fernández del papa. En Roma, tiene previsto un encuentro con autoridades de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y además reunirse con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y con el primer ministro Giusseppe Conte.

La gira del mandatario argentino continuará por Alemania, donde se entrevistará con la canciller Angela Merkel el lunes 3 de febrero. Luego seguirá a Madrid para reunirse el 4 con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y luego con el rey Felipe VI. Al día siguiente se encontrará en París con el mandatario francés, Emmanuel Macron.

Sobre el encuentro con su homólogo francés, Fernández aseguró que ambos están «deseosos de verse». «Francia es un inversor importante en Argentina. Las empresas francesas están empezando a meterse en el tema del litio», en los yacimiento del norte de Argentina.

La primera gira europea de Fernández tiene lugar luego de que la semana pasada viajara a Israel, en su primera salida del país como presidente para participar de una ceremonia internacional en conmemoración de los 75 años de la liberación del campo de Auschwitz, ocasión en la que se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu.

«Esta gira europea del presidente antes de cumplir dos meses en el gobierno, sin lugar a dudas es un éxito, dado que el 10 de diciembre, al asumir, asistieron sólo tres presidentes, los de Cuba, Paraguay y Uruguay», estimó el analista político Rosendo Fraga.

Según Fraga, el viaje a Israel y la reunión con Netanyahu «le ha permitido a Fernández reducir la presión sobre temas sensibles y mejorar el vínculo con Estados Unidos», en tanto que la gira que emprende por Europa «tiene por objetivo central mejorar la posición argentina en la renegociación de la deuda».

– Argentina «necesita la ayuda» –

«No queremos estar fuera del mundo. Sabemos que estamos en un mundo globalizado y podemos estar en un mundo globalizado sin ser idiotas. Somos un país que necesita la ayuda del mundo y eso le decimos a los líderes del mundo», indicó Fernández en una entrevista con el canal de noticias C5N.

El presidente peronista de centroizquiera asumió en diciembre pasado y recibió un país en recesión desde mediados de 2018, con uno de los índices de inflación más altos del mundo (53,8% en 2019) y pobreza de cerca del 40%.

El gobierno argentino busca transmitir «su preocupación y deseo de que acompañen el pedido de Argentina» de reprogramar los vencimientos de su abultada deuda externa que asciende a un total de 311.000 millones de dólares, de los cuales 44.000 millones con el FMI.

«La idea es que nos den la oportunidad de crecer, de poder exportar y juntar dólares para poder pagar», repitió Fernández.

La deuda externa equivale a cerca de 91% de su Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, solo un 57,3% que está en manos de bonistas privados y organismos multilaterales de crédito podría caer en default. El 33,7% es deuda intrasector público que se refinancia casi automáticamente.