San Sebastián (España).- Con un presupuesto de 80.000 euros, el gobierno vasco ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de restauración cinematográfica que rescata cuatro mediometrajes fundamentales para la historia del cine en euskera.
Las películas Hamaseigarrenean aidanez, de Anjel Lertxundi, Ehun metro, de Alfonso Ungría, Zergatik panpox, de Xabier Elorriaga, y Oraingoz izen gabe, de José Julián Bakedano, están siendo restauradas en los prestigiosos laboratorios L’Immagine Ritrovata de Bolonia, con vistas a su reestreno en septiembre durante la sección Klasikoak del Festival de San Sebastián.
Estos cuatro títulos tienen un valor histórico incalculable. No solo constituyen algunas de las primeras producciones realizadas íntegramente en euskera, sino que también fueron, en su momento, el primer proyecto cinematográfico financiado por completo por el gobierno vasco con el objetivo de impulsar el cine en lengua vasca.
Casi 40 años después de su estreno original, las películas regresan ahora remasterizadas en formato digital, gracias a una colaboración interinstitucional que involucra a la Filmoteca Vasca, EITB y el Departamento de Cultura y Política Lingüística.
La presentación del proyecto tuvo lugar en Tabakalera, en un acto que reunió a figuras clave del ámbito cultural vasco, como la vicelehendakari primera Ibone Bengoetxea, quien destacó la importancia de preservar el patrimonio cultural y lingüístico del País Vasco a través de iniciativas como esta.
«El euskera y el cine vasco son parte de nuestra identidad colectiva. Proyectos como este dan futuro a nuestro pasado», declaró.
Joxean Fernández, director de la Filmoteca Vasca, subrayó que esta restauración no solo recupera piezas clave de la filmografía vasca, sino que también homenajea a algunos de los cineastas pioneros en el uso del euskera como lengua cinematográfica
Para Vanesa Fernández, responsable de Cultura y Euskera en EITB, el proyecto reafirma el compromiso de la cadena pública con la difusión del cine vasco. EITB también ha decidido documentar el proceso en Itzalak Argitzen, un documental dirigido por Koldo Almandoz que mostrará el viaje de los directores a Bolonia y las fases de la restauración.
José Luis Rebordinos, director del Festival de San Sebastián, explicó que la sección Klasikoak de este año incluirá estos cuatro mediometrajes como homenaje a una generación de creadores que contribuyó decisivamente a consolidar el cine en euskera.
Subrayó, además, que hoy en día las producciones en esta lengua son cada vez más frecuentes en festivales internacionales, una situación muy distinta a la que vivían estos directores en los años 80.
Los cineastas implicados también compartieron sus impresiones. Alfonso Ungría valoró la labor de las filmotecas como «casas madre» donde el público puede reencontrarse con películas esenciales.
Anjel Lertxundi recordó cómo en esa época se dio un auge simultáneo de la literatura, la música y el teatro en euskera, que finalmente se extendió también al cine. Para Xabier Elorriaga, el regreso de Zergatik panpox representa una revisión personal de sus primeros pasos como director.
José Julián Bakedano rememoró la singularidad de Oraingoz izen gabe, una producción rodada con sonido directo y un equipo técnico británico, basada en un guion de Bernardo Atxaga inspirado en Borges.
Los trabajos de restauración parten de los negativos originales en 35 mm, conservados por la Filmoteca Española y la Filmoteca Vasca. El proceso incluye una limpieza física y digital del material, la corrección de color y sonido, y la eliminación de imperfecciones sin alterar la fidelidad del archivo. Se prevé que el proyecto finalice en agosto, justo a tiempo para su reestreno en San Sebastián.
Cada uno de los mediometrajes cuenta una historia distinta, pero todos coinciden en su valor artístico y cultural.
Ehun metro retrata la huida de un militante de ETA en los años 70, entrelazando acción con memoria personal. Hamaseigarrenean aidanez se centra en la adicción al juego y su impacto en la vida cotidiana, mientras que Zergatik panpox ofrece una profunda reflexión sobre la maternidad y la soledad desde una perspectiva femenina.
Por su parte, Oraingoz izen gabe aborda las tensiones familiares provocadas por la llegada de una figura disruptiva al entorno rural vasco.
Estas películas, nacidas en un contexto de efervescencia cultural, vuelven ahora con nueva vida. Su restauración no solo garantiza su preservación para futuras generaciones, sino que también permite repensar el papel del cine en euskera como testimonio vivo de una identidad que se sigue construyendo.