Brasilia (AFP) – Pese a que la campaña todavía no empezó, los aspirantes a la presidencia de Brasil ya se están movilizando para seducir al sector evangélico, clave en la elección de Jair Bolsonaro en 2018 y que tiende a ser cada vez más decisivo, según expertos.
Bolsonaro, que según los sondeos perdería las elecciones de octubre frente al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, aspira a la reelección con la promesa de seguir trabajando para defender los valores cristianos.
Este «es un gobierno que dice con orgullo que cree en Dios (…) que defiende la familia brasileña», dijo el mandatario ultraderechista, que recientemente cumplió su promesa de nombrar a la Corte Suprema a André Mendonça, un juez «terriblemente evangélico».
Por su parte, el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula lanzará el mes próximo un podcast con entrevistas de interés exclusivo para los evangélicos, como parte de una estrategia diseñada por un pastor que se reunió con el expresidente izquierdista (2003-2010).
El pastor Paulo Marcelo Schallenberger orientó a Lula sobre cómo aproximarse y vencer desconfianzas en relación a la agenda de costumbres del PT, más liberal que la defendida en los templos, confirmó una fuente del partido a la AFP.
Incluso el exjuez de la operación anticorrupción "Lava Jato", Sergio Moro, tercero en las encuestas, se comprometió ante líderes religiosos a ser fiel a 14 "principios", entre ellos luchar contra la ampliación del aborto.
"Los movimientos de los candidatos están mostrando la relevancia que tiene el mercado evangélico para la política", dijo a la AFP el politólogo André Cesar, de la consultora Hold.
En Brasil, los evangélicos representan casi un tercio de la población -unos 70 millones- y algunas proyecciones indican que en una década podrían superar a los católicos, en el país con el mayor número de fieles de esa religión en el mundo.
Principal bastión de Bolsonaro -
Pese al desgaste que ha sufrido Bolsonaro, según expertos por una mala gestión de la pandemia y el impacto en la economía, el mandatario conserva al sector religioso como su principal bastión.
Un 44% de ellos lo votaría en la primera vuelta del 2 de octubre, mientras que un 32% se inclinaría por Lula, según un sondeo de PoderData realizado este mes. Otras encuestadoras han estimado un escenario de mayor paridad entre Bolsonaro y su rival.
El voto religioso fue decisivo para inclinar la balanza en favor de Bolsonaro en 2018. Según sondeos, en el balotaje entre Bolsonaro y el entonces candidato del PT, Fernando Haddad, un 70% se inclinó por el actual presidente, quien, pese a ser católico, está casado con una evangélica y se había aproximado a ese electorado.
El mandatario acusó al PT durante la campaña de promover la sexualización de niños y de haber entregado en escuelas un supuesto "kit" que enseñaba cómo ser homosexual, algo catalogado como información falsa por el Tribunal Electoral. Más tarde, en el gobierno, nombró a evangélicos para conducir ministerios como la pastora Damares Alves, en la cartera de Derechos Humanos.
Bolsonaro "comparte con los evangélicos los mismos valores sobre la homoafectividad, el aborto y la importancia de la familia tradicional. No es el candidato ideal, sino el candidato posible", dijo a la AFP Juliano Spyer, antropólogo y autor del libro "Povo de Deus", una radiografía de los evangélicos brasileños.
Cuestión de valores -
Sóstenes Cavalcante, diputado federal y líder del poderoso frente parlamentario Evangélico, dijo a la AFP que cree que, pese a las penurias económicas en las que cayeron algunos brasileños evangélicos, la mayoría volverá a votar a Bolsonaro.
"Con este gobierno no tuvimos que luchar contra afrentas a nuestros valores", dijo Cavalcante, aliado de Bolsonaro. "En las gestiones del PT vivíamos impidiendo proyectos de legalización del aborto, de matrimonio homosexual o de sexualización de niños en las escuelas".
El pastor reconoció, en sintonía con las encuestas, que Lula marcha primero en la carrera a la presidencia, con una ventaja que puede ser revertida si Bolsonaro adopta medidas de alivio económico, pero señaló que "incluso con la crisis, el evangélico va a regirse por los valores" y, por eso, votarán en su mayoría al ultraderechista.
Spyer destacó que si bien el evangélico brasileño tipo es negro, suburbano y mujer, lo que coloca ese perfil en colisión con algunas políticas del presidente, como la decisión de flexibilizar el acceso a las armas, Bolsonaro abrazó el cristianismo "de forma integral".
"Los evangélicos nunca tuvieron tanto espacio como ahora. Los próximos presidentes tendrán que partir de esa realidad".
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