Pareciera que fue ayer cuando un virus, invisible al ojo humano y hasta el momento desconocido por el público en general, llegó a nuestras vidas y revolucionó a todo el planeta.

Desde aquel enero de 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés) recibió información sobre “40 extraños casos de neumonía de origen desconocido”, hemos aprendido mucho sobre el coronavirus.

En la actualidad, no sólo tenemos el conocimiento y las herramientas para enfrentar al COVID-19, sino que también podemos aplicar las lecciones aprendidas a otros virus.

No es casualidad que, como resultado de las medidas preventivas que practicamos durante la pandemia, los casos de otras infecciones respiratorias y muertes asociadas disminuyeran drásticamente

Esta temporada invernal hemos visto la llegada temprana de otros virus respiratorios, virus que no son necesariamente nuevos, pero que las medidas preventivas contra el COVID-19 habían reducido significativamente.

La ‘trifecta’ de virus invernales, que incluye la influenza (gripe), el COVID-19 y el virus respiratorio syncitial (RSV, por sus siglas en inglés), llegados antes de lo previsto, ha contribuido al aumento de hospitalizaciones e incluso muertes a lo largo
del estado, en las últimas semanas.

¿Cómo aplicamos las lecciones aprendidas en los últimos tres años a esta nueva amenaza?

En estos últimos tres años, como médico, pero también como padre, como abuelo, como miembro de mi comunidad, pude confirmar una vez más que las vacunas y sus refuerzos sí funcionan, y que las medidas tradicionales, simples y al alcance de todos,
pueden evitar las enfermedades graves, e incluso la muerte.

En pocos días, tendremos la suerte de poder reunirnos con nuestras familias y seres queridos para celebrar la temporada navideña y recibir al nuevo año. Depende de cada uno de nosotros hacerlo de manera segura y responsable, protegiéndonos y
protegiendo a quienes amamos.

Si hay una lección que aprendimos durante la pandemia es que ninguno de nosotros es inmune a lo que ocurre a nuestro alrededor. Algunas circunstancias están bajo nuestro control, otras no. La sabiduría está en aprender a distinguir entre aquello que sí está en
nuestras manos y aquello que está fuera de nuestro control.

Está en nuestras manos hacernos la prueba del COVID-19, antes de reunirnos con nuestros seres queridos. Está en nuestras manos quedarnos en casa si la prueba da positiva, y aislarnos en la medida de lo posible Está en nuestras manos vacunarnos, tanto contra el COVID-19 como contra la influenza (gripe), y recibir los refuerzos recomendados.

Está en nuestras manos usar mascarillas, aunque no sean mandatorias, cuando estamos en lugares interiores cerrados rodeados de gente; lavarnos las manos con frecuencia, cubrirnos la boca cuando tosemos o estornudamos.

Está en nuestras manos buscar de inmediato tratamiento, si la prueba de COVID-19 nos da positiva y tenemos problemas de salud o somos mayores de edad. En la actualidad, los tratamientos contra el COVID-19 salvan vidas, son gratuitos, y están ampliamente disponibles, sin importar el seguro médico o el estatus migratorio.

Está en nuestras manos protegernos y proteger a quienes amamos.

Ante la amenaza de la pandemia, el mundo entero dejó las diferencias a un lado, para unirse en la lucha contra el COVID-19. Y fue gracias a esta unión y colaboración global que logramos crear vacunas y tratamientos para combatir al coronavirus.

Fue gracias a las lecciones aprendidas que unidos pudimos enfrentar a la pandemia.

En esta temporada de celebraciones, quiero recordarle a la comunidad hispano parlante que el COVID-19 aún está entre nosotros y que aún no es momento de bajar la guardia. Pero sobre todo, quiero agradecerles por recordar las lecciones aprendidas en estos últimos años, y adoptar estas medidas simples, eficaces y al alcance de todos.

Quiero recordarles que la unión nos hace fuertes y que juntos podemos enfrentarnos a cualquier desafío que se nos presente. Sólo basta recordar las lecciones aprendidas y hacer todo lo que esté en nuestras manos para empezar un saludable y feliz 2023.

¡Felices Fiestas!
Dr. Gilberto Chávez

Oficial Médico Decano, Oficina Estatal de Epidemiología
California Department of Public Health

Contenido relacionado