Konou (Côte d’Ivoire).- Es probable que cuando pensemos en el trabajo de los estadísticos no nos venga a la mente la imagen de tierras de cultivo y campos agrícolas, aunque lo cierto es que las estadísticas agropecuarias son fundamentales para entender y abordar la realidad sobre el terreno de la inseguridad alimentaria y que se necesitan más profesionales en este ámbito para mejorar la productividad mundial de alimentos, la producción sostenible y acabar con el hambre.

Los jóvenes africanos, en particular las mujeres, que tradicionalmente han estado infrarrepresentados, trabajan ahora para subsanar la falta de datos en sus países con la esperanza de mejorar el paisaje agrícola de África.

Entre las exuberantes sabanas de Côte d’Ivoire, Désirée Christelle y Deborah Conan llegan a la región de Dabou, concretamente a la aldea de Konou, como parte de un máster en estadísticas agropecuarias impartido en el marco del programa relativo a la Estrategia Global para el Mejoramiento de las Estadísticas Agropecuarias y Rurales.

Este programa, dirigido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y respaldado por la Fundación Bill y Melinda Gates y la Unión Europea, es una iniciativa a largo plazo destinada a producir más y mejores estadísticas agropecuarias en países en desarrollo.

La aldea de Konou es especialmente conocida por su producción de caucho, palmeras y yuca y Désirée y Deborah han venido para entender el proceso agrícola que subyace a las cifras.

“¿Se produce tanto como antes? ¿Qué cambios se han producido en la productividad?”, pregunta Désirée a un grupo de agricultores locales.

Las respuestas ayudarán a estas jóvenes estadísticas a aprender a aplicar la teoría estadística a la producción y el rendimiento agrícolas de la vida real.’

El rendimiento es un parámetro crucial para los agricultores y los agrónomos, pero también para los estadísticos, ya que les permite obtener datos sobre los resultados de un cultivo. El aumento del rendimiento indica que las prácticas agrícolas son más productivas y eficientes.

Sin embargo, para entender realmente el rendimiento, es necesario entender cómo se produce y se cosecha un cultivo en la práctica. Junto con sus colegas de diferentes partes de África, Désirée y Deborah están aquí para observar cómo los agricultores recogen el caucho y cómo lo miden. Para ello, deben entender el proceso del resinado.

Equipado con un machete, uno de los agricultores empieza a realizar incisiones en la corteza del árbol del caucho para extraer el látex. La savia lechosa que se escurre por el tronco se recoge en contenedores y luego se elabora para fabricar varios productos de caucho.

Tras la demostración, el Sr. Ankouvi Nayo, Estadístico de la FAO, enseña a los estudiantes a establecer “cuadrantes de rendimiento” que permitan medir la producción por árbol, una técnica que se puede aplicar a otros productos como el cacao y los anacardos. Combinando la teoría y la mecánica en la vida real, los jóvenes estadísticos pueden empezar a hacer sus cálculos.

“Las cifras son indispensables para mejorar el mundo agrícola. Las cifras orientan la toma de decisiones y no mienten”, dice Deborah.

Deborah y Désirée son agrónomas de Côte d’Ivoire. Deborah se decidió a cursar estos estudios inspirada por sus abuelos, que eran productores de cacao, y Désirée lo hizo por la magia de ver germinar las semillas, incluso para una niña de ciudad.

Al final, su intenso deseo de ayudar a su país las llevó a coincidir en la Escuela Nacional Superior de Estadística y Economía Aplicada (ENSEA) de Abiyán, donde ahora están cursando el Máster en Estadísticas Agropecuarias. Este programa está concebido para dotar a los jóvenes estadísticos de África de la formación pertinente y actualizada que les permita mejorar la calidad de las estadísticas agropecuarias en sus respectivos países.

La FAO, junto con su asociada, la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas, ofrece becas a los solicitantes de países africanos para cursar este programa de máster anual altamente competitivo.

El programa comprende una experiencia inmersiva en la que se combinan los conocimientos teóricos con aplicaciones prácticas adaptadas a los desafíos específicos que afectan al sector agrícola. El plan de estudios abarca varios temas, desde la recopilación y el análisis de datos hasta la aplicación de prácticas sostenibles y la utilización de la tecnología.

“Lo que más me gusta de mi trabajo es ir al origen, recopilar información de los productores, procesarla y ver los resultados. La repercusión que podría tener en la sostenibilidad, en mi país”, dice Deborah. “Ello permite que los dirigentes de mi país tomen decisiones bien fundamentadas en favor del desarrollo de la nación y al mismo tiempo del bienestar de los propios productores”.

En efecto, las estadísticas agropecuarias son fundamentales no solo para mejorar la producción, sino también para la formulación de políticas, la asignación de recursos y la planificación del mercado, y para ayudar a los gobiernos en la formulación de estrategias en pro de la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y la sostenibilidad.

La FAO promueve activamente la importancia de las estadísticas agropecuarias, prestando apoyo a los Estados Miembros para que fortalezcan sus sistemas estadísticos, fomenten mejores prácticas y hagan hincapié en la importancia de tener datos fiables para lograr la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible.

Sin datos fiables, es difícil conocer la realidad sobre el terreno, si el rendimiento agrícola está aumentando o disminuyendo y si ello está incidiendo en el hambre para las comunidades locales.

“La FAO se enorgullece de venir organizando la Estrategia Global para el Mejoramiento de las Estadísticas Agropecuarias y Rurales desde 2012 con objeto de abordar el menoscabo de los sistemas estadísticos agropecuarios en numerosos países en desarrollo. Uno de los componentes son las becas”, explica la Sra. Neli Georgieva Mihaylova, Estadística superior de la FAO y coordinadora del programa relativo a la Estrategia Global para el Mejoramiento de las Estadísticas Agropecuarias y Rurales.

En 2023, se ofrecieron 48 becas a estudiantes de 24 países africanos, que cursaron y aprobaron este programa de máster; el 43 % de ellos eran mujeres.

En un mundo en el que las mujeres siguen estando muy infrarrepresentadas en el ámbito de las ciencias, la FAO trabaja para abordar las desigualdades de género en el acceso a los recursos, la educación y las oportunidades en el sector agrícola.

“Cuanto más preparadas están las mujeres que ocupan cargos de dirección en el ámbito de las estadísticas, más eficazmente pueden mejorar nuestra realidad”, dice Deborah.

“Gracias a nosotros, los estadísticos agrícolas recién formados, se puede disponer de cifras que permitan a nuestros responsables de las políticas tomar decisiones fundamentadas en la situación real de nuestras tierras y la información que recopilamos. Y esto es bastante significativo”, añade Désirée, e invita a quienes sienten curiosidad por la estadística agropecuaria a no pensárselo dos veces para insertarse en este ámbito de trabajo.