Madrid (AFP) – Una universidad española reactivará después de años interrumpido un estudio del ADN de los restos de Cristóbal Colón para esclarecer el misterio sobre el origen del explorador, anunció este miércoles el experto encargado del proyecto.

¿Colón era genovés como apuntan la mayoría de los historiadores? ¿O puede que fuera catalán, portugués, gallego…? Las hipótesis son todavía muchas, desde la muerte en 1506 del navegante que llegó a América en 1492, descubriendo un nuevo mundo para los europeos.

En principio los resultados del estudio se harán públicos el 12 de octubre, aniversario de su llegada a América, anunció este miércoles el profesor de medicina legal de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente, durante una rueda de prensa en esta ciudad de Andalucía (sur).

En 2003, este doctor hizo exhumar los restos atribuidos a Colón en la catedral de Sevilla y empezó a analizar su ADN, pero suspendió el estudio dos años después porque la tecnología de la época no permitía obtener mucha información y, por contra, empleaba mucho hueso que ya se hallaba en un avanzado estado de degradación.

«No estábamos consiguiendo resultados y estas piezas tienen un valor incalculable. Vamos a preservarlas para cuando haya una mejor tecnología», como ocurre ahora, explicó Lorente.

Esos restos serán comparados con otros huesos de la misma época que, según varias hipótesis, pertenecían al hijo y al hermano de Cristobal Colón. También se compararán con las muestras genéticas de personas actuales que, según teorías alternativas a la de su origen genovés, serían descendientes suyos.

Conservados en una cámara fuerte de la Universidad de Granada, los restos atribuidos al navegante, su hijo Hernando y su hermano Diego serán analizados en colaboración con la Universidad de Florencia en Italia y la Universidad del Norte de Texas en Estados Unidos.

Aunque desea y espera conseguir resultados «totalmente concluyentes», Lorente reconoció que «no es seguro que se pueda obtener ADN de todos los huesos en cantidad y calidad suficiente para llegar a una conclusión».

«El caso es tratar de ofrecer toda la información posible para que los historiadores y los expertos la interpreten», añadió el profesor.

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