Villa Nueva (Guatemala) (AFP) – La exprimera dama de Guatemala Sandra Torres, favorita para ganar las elecciones presidenciales el domingo, prometió este viernes mano implacable para combatir la inseguridad y la corrupción, que a su juicio impiden el desarrollo del país.

«Voy a regresar a las calles las fuerzas combinadas del ejército y la policía para terminar con la violencia, la delincuencia y las extorsiones que hoy nos tienen de rodillas», afirmó Torres en un efusivo discurso de cierre de campaña en el pueblo de Villa Nueva, al sur de la capital.

«Voy a ser implacable con los delincuentes. Con las ley en la mano vamos a defender a la ciudadanía», agregó ante unos 2.000 simpatizantes aglomerados en el parque de la localidad bajo un inclemente sol, la mayoría con playeras y banderas verdes, color de su partido Unión Nacional de la Esperanza (socialdemócrata).

El ejército apoyó a la policía civil desde el 2000 en el combate a la violencia, que dejó el año pasado 4.914 muertos, la mitad atribuidos a las temidas pandillas y al narcotráfico.

Pero el actual presidente Jimmy Morales, en el poder desde 2016, puso fin a esa fuerza combinada.

Torres también prometió planes para combatir la pobreza, que afecta a casi 59,3% de los 17 millones de guatemaltecos. Para eso anunció que retomará los programas sociales que impulsó su exesposo, el expresidente Álvaro Colom, inspirados en iniciativas aplicadas en Brasil como los comedores solidarios, la entrega de alimentos y aportes monetarios a familias pobres.

Sin embargo, evitó hacer alusión a cómo enfrentaría la migración que emprenden miles de guatemaltecos a Estados Unidos, buscando escapar de la miseria y violencia, y que el presidente Donald Trump está empeñado en detener.

– Cárceles en áreas rurales – 

Vestida con una camisa azul y pantalón de mezclilla, la candidata aseguró que pondrá a trabajar a los reos condenados y construirá prisiones en áreas rurales, para evitar que desde las cárceles los pandilleros sigan cometiendo extorsiones contra transportistas y comerciantes, una promesa que provocó gritos de apoyo de los simpatizantes, entre ellos muchas mujeres indígenas mayas.

Apoyada por un potente audio, Torres era con frecuencia interrumpida por gritos de júbilo y el sonido de silbatos de plástico, mientras otros seguidores quemaban petardos frente a un templo católico cerca la tarima.

Un helicóptero sobrevoló la plaza ondeando una pancarta con el lema «vota UNE», siglas de Unidad Nacional de la Esperanza que por segunda vez postula a Torres a la presidencia.

Torres aparece en el primer lugar en las encuestas de intención de voto, aunque lejos del 50% requerido para ganar en primera vuelta.

Si nadie alcanza ese nivel, habrá un balotaje el 11 de agosto. En segundo lugar en las encuestas marcha el derechista Alejandro Giammattei.

La candidata de 63 años se divorció del expresidente Colom en 2011 para participar en los comicios de ese año, pero una prohibición constitucional frenó su inscripción.

En el 2015, participó por primera vez y perdió en una segunda vuelta con Morales, un excomediante de la televisión.

– Freno a la corrupción –

Torres prometió también una lucha frontal contra la corrupción, la cual tuvo un revuelo inédito en 2015 cuando la exfiscal general, Thelma Aldana, y una comisión antimafias de la ONU develaron una red de defraudación en aduanas.

La denuncia provocó masivas protestas callejeras de indignación que desencadenaron en la renuncia y encarcelación del expresidente Otto Pérez (2012-2015), quien está a espera de un juicio.

Aldana y el ente internacional también pidieron en dos ocasiones investigar a Morales por sospechas de corrupción en su campaña, pero el Congreso ha evitado retirar sus fueros.

«Voy a combatir la corrupción cueste lo que cueste, sea quién sea», sentenció Torres.

Torres desde un principio ha figurado a la cabeza de las encuestas, pero su candidatura se vio favorecida tras el veto a las inscripciones de Aldana y de Zury Ríos, hija del fallecido exdictador Efraín Ríos Montt.