Una puma de tres años conocida como P-54 tuvo recientemente una camada de felinos en las Montañas de Santa Mónica, según biólogos del Servicio de Parques Nacionales (NPS). 

Los nuevos residentes del área son dos machos, bautizados como P-82 y P-83 respectivamente, y una hembra, bautizada como P-84. Los investigadores creen que esta es la primera camada de P-54.  

La llegada de estos felinos ha llenado de esperanzas a los biólogos con respecto a la fauna de la zona, ya que el presunto padre, P-63, puede haber traído diversidad genética a las Montañas de Santa Mónica. 

Los biólogos del NPS pesaron y examinaron la camada y determinaron que todos parecía sano. Colocaron una etiqueta en la oreja de cada felino para ayudar a identificarlos en el futuro, se tomaron muestras para pruebas genéticas y todos fueron devueltos a su guarida. Se estimó que los gatitos de P-54 tenían 19 días al momento de su descubrimiento.

Investigadores colocaron un rastreador de GPS al supuesto padre de la camada, P-63, cuando tenía unos 15 meses de edad, junto con su madre, P-62. Ambos se encontraban al norte de la Autopista 101 pero, desde entonces, P-63 ha cruzado esa autopista un total de tres veces y se ha quedado en las Montañas de Santa Mónica desde diciembre de 2018.

«La última camada de gatitos que marcamos en una guarida fue de P-19, durante el verano de 2018», dijo Jeff Sikich, un biólogo que ha estado estudiando pumas para el Área Recreativa Nacional de las Montañas de Santa Mónica desde 2002. 

«Esa camada fue probablemente el producto de la endogamia, que es solo uno de los problemas serios que enfrenta la población aislada de pumas en las montañas de Santa Mónica al sur de la Autopista 101. Esperamos que esta circunstancia sea totalmente diferente, pero solo las pruebas genéticas nos dirán con seguridad”. 

La madre de los felinos, P-54, es hija de P-23 y nació en enero de 2017.  Investigadores del NPS le colocaron un dispositivo de rastreo al mes siguiente. 

P-23 fue encontrada muerta cerca del lado de Malibu Canyon Road, después de ser atropellada por un vehículo en enero de 2018. P-54 sobrevivió ya que se encontraba en la etapa en que los cachorros se alejan de sus madres. 

La extensa red de autopistas del sur de California presenta una barrera importante para la vida silvestre, lo que es particularmente una preocupación para la población de pumas en gran medida aislado en las montañas de Santa Mónica, según el NPS.

Actualmente, una campaña de planificación de un cruce para la vida silvestre sobre la Autopista 101 se encuentra en su etapa de recaudación de fondos. El puente proporciona una conexión entre la pequeña población de pumas de Santa Mónica y las grandes y genéticamente diversas poblaciones del norte.

Desde 2002, el Servicio de Parques Nacionales ha estado estudiando leones de montaña en y alrededor de las montañas de Santa Mónica para determinar cómo sobreviven en un entorno cada vez más fragmentado y urbanizado. 

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