Lima (AFP) – El mandatario peruano, Martín Vizcarra, juramentó este jueves a sus nuevos ministros, entre ellos un fujimorista disidente, mientras los cesados parlamentarios exigían anticipar las presidenciales de 2021, aunque ellos mismos archivaron esa propuesta cinco días antes de la disolución del Congreso.

En su primera actividad pública desde que disolvió el parlamento el lunes, Vizcarra tomó juramento a sus 19 ministros, entre los que destacan el jefe de gabinete Vicente Zevallos; el cesado legislador fujimorista disidente Francesco Petrozzi como titular de Cultura; y el canciller Gustavo Meza Cuadra, un diplomático que jugó un papel clave en la demanda por límites marítimos que Perú ganó a Chile en La Haya en 2014.

En la ceremonia de juramentación más concurrida y entusiasta desde 2016, Vizcarra abrazó y se tomó fotos con los miembros de su nuevo gabinete, que reemplazó al encabezado por Salvador del Solar.

El gabinete que dirigía Del Solar tuvo que renunciar el lunes cuando el Congreso le negó un voto de confianza al gobierno, lo que facultó al presidente a disolver al parlamento.

Vizcarra disolvió el Congreso invocando sus facultades constitucionales con el fin de acabar con los recurrentes choques de poderes derivados de las obstrucciones de la mayoría fujimorista, criticada además por amparar a connotados funcionarios y magistrados investigados por corrupción.

– «Chávez se reencarnó en Vizcarra» –

Los parlamentarios cesados denunciaron un «golpe de Estado» y algunos han llegado a afirmar que Vizcarra se convirtió en un nuevo Hugo Chávez, el difunto presidente venezolano (1999-2013), aunque el gobernante peruano no es de izquierda sino de centroderecha y no impulsa políticas económicas estatistas.

«No se dan cuenta que Hugo Chávez se ha reencarnado en Martín Vizcarra», declaró la fujimorista Rosa Bartra.

Esta misma parlamentaria dirigía la Comisión de Constitución del Congreso que aprobó «archivar» la semana pasada la propuesta del presidente peruano de adelantar los comicios generales (legislativos y presidenciales), cinco días antes de la disolución.

Bartra íntegra ahora la Comisión Permanente del Congreso de 27 miembros, 18 de ellos fujimoristas, que sigue funcionando tras la disolución en virtud de la carta magna.

Esta Comisión sesionó por primera vez el miércoles y aprobó la resolución de acudir al Tribunal Constitucional para que resuelva la legitimidad de la disolución. Además, tomó «constancia» de la renuncia de la vicepresidenta Mercedes Araoz.

Vizcarra juramenta nuevos ministros, incluyendo un fujimorista disidente
La crisis política peruana
© AFP Nicolas RAMALLO

Desde el punto de vista constitucional la renuncia de Aráoz es inválida, pues solo puede aceptarla el Congreso en pleno, dijo el gobierno el miércoles. Esto fue corroborado por el jefe de la Comisión Permanente, el opositor Pedro Olaechea.

Por tanto, persiste en Perú la incertidumbre sobre cómo será la cohabitación entre Vizcarra y Aráoz, pues ella lo debería sustituir en caso de incapacidad o cuando el presidente viaja al exterior.

Aráoz no ha formulado declaraciones desde que presentó su renuncia el martes, ocasión en la que llamó a adelantar las elecciones generales, a lo que se había opuesto tenazmente.

– «Nos vamos todos» –

Tras disolver el Congreso, Vizcarra convocó a nuevos comicios legislativos para el 26 de febrero próximo.

Varios parlamentarios cesados también ahora exigen adelantar las presidenciales, aunque rechazaron la propuesta Vizcarra en su momento.

El propio Olaechea ahora afirma que esa es la «única manera» de resolver la crisis.

«La única manera de resolver esta crisis está en la Constitución. Hoy día ‘nos vamos todos’ y llamamos a elecciones. Si tengo que ser yo quien convoque a elecciones, lo haré» dijo Olaechea el miércoles, al emplear la misma expresión usada por Vizcarra.

Aráoz rompió Vizcarra luego de que éste propusiera el 28 de julio adelantar los comicios generales para abril de 2020, recortando un año su mandato y el del Congreso.

«Nos vamos todos», propuso Vizcarra en un mensaje a la nación con el fin de superar un choque de poderes que se mantiene desde hace tres años.

El nuevo Congreso tendrá mandato hasta julio de 2021, para completar el quinquenio del que fue cesado, según la Constitución. El periodo de Vizcarra también termina en esa fecha.

Más allá del ámbito político, la crisis no se ha traducido en caos ni tensiones y todas las actividades se desarrollan normalmente.