Bogotá (AFP) – El candidato conservador a la alcaldía del municipio colombiano de Tibú, en la frontera con Venezuela, fue asesinado este domingo, en un nuevo caso de violencia previo a los comicios locales de octubre.

Bernardo Betancourt Orozco fue asesinado en el corregimiento de La Gabarra, al que pertenece Tibú, escribió la Defensoría del Pueblo (ombudsman) en Twitter.

El homicidio ocurrió en la mañana de este domingo cuando «una persona se le acercó y le disparó indiscriminadamente», dijo a medios el coronel Fabián Ospina, comandante de la policía de Norte de Santander.

Ospina aseguró que las autoridades ya iniciaron las investigaciones del caso, mientras que el ministerio de Defensa anunció que se realizará un consejo de seguridad en Tibú, situado en el departamento del Norte de Santander.

«La polarización y la estigmatización deben desaparecer de esta contienda electoral. Exigimos el esclarecimiento de este hecho», aseguró la oficina del ombudsman en su mensaje.

El oficialista Partido Conservador, en el que militaba Betancourt, exigió a las autoridades hallar a los responsables del crimen.

Con miles de hectáreas de narcocultivos, el Norte de Santander es una región disputada por grupos armados como rebeldes del ELN, disidencias de la disuelta guerrilla FARC y bandas narcotraficantes de origen paramilitar.

La zona, caracterizada por su geografía montañosa, es estratégica para la salida de cargamentos de droga y contrabando por Venezuela.

La Defensoría del Pueblo ha denunciado que el 36% de los municipios del país, es decir 418 de las 1.120 localidades, «está en riesgo electoral» por «la presencia de grupos armados ilegales» para las elecciones del 27 de octubre, en las que los colombianos elegirán gobernadores, alcaldes y concejales, entre otros.

Entre el 1 de enero y el 4 de septiembre, la oficina del ombudsman registró 15 homicidios y 192 amenazas contra candidatos y personas involucradas en campañas electorales.

La entidad responsabiliza a insurgentes del ELN, disidentes de las FARC y bandas remanentes de los grupos paramilitares de ultraderecha desmovilizados en 2006 de estos hechos.

Naciones Unidas ha reclamado sanciones a los responsables de la ola de violencia.

Aunque aliviada por el desarme de las FARC tras firmar la paz en 2016, Colombia vive hace más de medio siglo un conflicto armado que enfrenta a guerrillas, paramilitares, narcos y agentes estatales, con un saldo de más de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.