Chilacachapa (México).-El 8 de octubre de 2024, un hallazgo inesperado en Chilacachapa, al norte del estado de Guerrero, México, marcó un hito en la historia paleontológica del país.

Fue el descubrimiento de restos fosilizados de un gonfoterio, una especie extinta del género Cuvieronius. Este animal era un pariente lejano del elefante moderno y habitó América durante el Pleistoceno, hace más de 16.000 años.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lideró el rescate y análisis del material a través de su representación en el estado, con el respaldo de autoridades locales y comités comunitarios.

Los fósiles pertenecen a un solo individuo y consisten en dos fragmentos de colmillos, cinco costillas, una pieza de escápula, una cabeza de fémur con su epífisis distal, una epífisis distal de tibia, dos huesos del metatarso y varios fragmentos aún sin identificar.

Estos elementos se recuperaron a tres metros de profundidad, dentro de una fosa séptica de 3.50 metros cuadrados. Esto impidió realizar una excavación arqueológica formal para estudiar el contexto estratigráfico del hallazgo.

Sin embargo, su estado de conservación, a pesar de presentar fragmentaciones y humedad, fue calificado como bueno, lo que abre la posibilidad de localizar más restos en las inmediaciones.

Hallazgo de gonfoterio en Guerrero revela presencia de megafauna en el Pleistoceno
Conversación con el organismo coadyuvante por el hallazgo del gonfoterio. Chilacachapá, Cuetzala del Progreso, Guerrero. Fotografía: Antonio Hermoslillo Worley, 2025.

El Comité Coadyuvante Unión de Campesinos, que se encarga del resguardo y conservación de la Zona Arqueológica de Chilacachapa, ahora es responsable de custodiar el patrimonio paleontológico. El INAH organizó recientemente una charla informativa para compartir los alcances del descubrimiento con estudiantes de educación básica y media superior de la localidad.

En la charla, el investigador del Centro INAH Guerrero, Jorge Cervantes Martínez, y el arqueólogo Antonio Hermosillo Worley presentaron un mapa con las posibles ubicaciones históricas de estas especies extintas en la región. Destacaron que los principales hallazgos se han producido en la sierra que recorre el río Balsas.

Cervantes Martínez subrayó que este es el primer vestigio físico de gonfoterios descubierto en la zona. Sugirió que, debido a su origen americano, la especie podría haber recorrido un corredor natural que conectaba con lo que hoy es Sudamérica. Este tipo de información es fundamental para entender cómo migraban las especies de megafauna y cuáles eran las condiciones ecológicas predominantes en los distintos periodos del Pleistoceno.

Durante la charla se exhibieron los cuatro fósiles de mayor tamaño y se explicó cómo se limpiaron, estabilizaron y consolidaron antes de embalarlos. También se informó que aún no han realizado estudios de datación específicos. Sin embargo, por las características de los restos, se estima que su antigüedad podría oscilar entre 2.5 millones y 10.000 años.

La hipótesis se basa en comparar con otro hallazgo registrado en el municipio de Zapotitlán Tablas, también en Guerrero. Esto sugiere una posible distribución más amplia de estas especies en el territorio actual.

Hallazgo de gonfoterio en Guerrero revela presencia de megafauna en el Pleistoceno
Preservan restos de megafauna en Chilacachapa, Guerrero. Fotografía Antonio Hermosillo Worley, 2025

El investigador Eduardo Corona Martínez entregó el informe paleontológico al Consejo de Paleontología del INAH y también ofreció asesoría sobre la identificación de la especie. Todo el material recuperado fue oficialmente registrado mediante la cédula correspondiente, garantizando así su inclusión en los inventarios nacionales de patrimonio fósil.

El evento de divulgación científica se realizó en la cancha de usos múltiples de Chilacachapa y contó con la asistencia de autoridades municipales y estatales, entre ellas el titular del Centro INAH Guerrero, Héctor Romeo Torres Calderón, y el presidente municipal de Cuetzala del Progreso, José Luis Aparicio Villanueva.

También estuvieron presentes representantes de diferentes áreas del gobierno local y miembros activos del comité comunitario encargado de proteger los restos hallados.

Este hallazgo no solo representa un avance en la paleontología mexicana, sino que también refuerza la importancia de la participación comunitaria en la protección del patrimonio cultural y natural.

La presencia de megafauna en Guerrero durante el Pleistoceno abre nuevas líneas de investigación para entender la biodiversidad extinta y sus interacciones con el entorno. Al mismo tiempo, fortalece el vínculo entre ciencia y ciudadanía en una región con una rica, pero aún poco explorada, historia paleontológica.