Bienhechores o matones, los
Miembros de un "colectivo", como se autodenominan células que defienden el gobierno de Nicolás Maduro, participan de un mítin en Caracas, el 7 de enero de 2019 © AFP/Archivos YURI CORTEZ

Caracas (AFP) – Jorge recoge agua para su comunidad, reseca por un apagón, pero también está listo para combatir «lo que toque» en defensa de Nicolás Maduro. Integra un «colectivo», células de base del chavismo señaladas por igual como idealistas revolucionarios y matones.

Llegó a bordo de un camión cisterna a un parque de una zona privilegiada del este de Caracas para sacar agua de un pozo y llevarla a dos centros médicos adonde acuden sus vecinos de la barriada popular El Cementerio.

El peor corte eléctrico en la historia de Venezuela, que comenzó el pasado jueves, colapsó el suministro de agua. Jorge también gestionó gasolina.

Un día antes, Maduro había instado a «todos» los colectivos a la «resistencia activa» para derrotar lo que denuncia como un «sabotaje eléctrico» y amenazas de Estados Unidos para invadir el país petrolero.

«El presidente nos llamó a la calle como colectivos, pero ya teníamos cinco días de lucha; no es necesario que nos llame el presidente, porque siempre hemos estado en la calle combatiendo lo que nos toque», dijo Jorge Parrado a la AFP mientras esperaba su turno para cargar agua.

Parrado, de 43 años, forma parte del colectivo Che Guevara tras un pasado delincuencial del que -asegura- lo sacó el fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013) cuando le cambió la pistola por una cámara de video.

«Era un líder negativo y Chávez me sacó de las calles», afirma.

– «Paramilitares» –

Sin embargo, solo oír la palabra «colectivos» causa temor a muchos, que la asocian con pistoleros que atacan a opositores. Se ignora cuántas personas los integran.