Oaxaca (México) (AFP) – Golpeados en el bolsillo por la pandemia, comerciantes de la ciudad mexicana de Oaxaca (sur) recibieron un nuevo mazazo con el cierre de sus negocios, parcialmente dañados por el potente sismo del martes que dejó 10 muertos.

En una de las puertas del mercado 20 de Noviembre, un grupo de locatarios se esforzaba este miércoles para convencer a las autoridades de reabrir el lugar, resguardado por la policía para evitar robos.

«Los daños no son graves, solo es cuestión de cambiar unas láminas», minimizaba una mujer.

Pero la medida se mantuvo. «El Mercado 20 de Noviembre continúa cerrado hoy», dijo a la AFP Helder Palacio, vocero del Ayuntamiento de Oaxaca, de unos 300.000 habitantes y fundada en el siglo XVI.

Desde la parte exterior no se observan daños, pero comerciantes reconocieron que algunas columnas se agrietaron por el temblor de magnitud 7,4, según la cifra ajustada este miércoles por el Servicio Sismológico Nacional. El epicentro estuvo a dos kilómetros de Crucecita, en Oaxaca, y remeció también Ciudad de México y otros estados.

Varios locales del centro histórico de la ciudad -declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987- permanecían este miércoles acordonados para impedir accidentes por la caída de escombros.

El movimiento se concentraba en el otro gran mercado de la urbe, el Benito Juárez Maza, así como en tiendas de víveres y bancos donde había filas de hasta 80 personas con tapabocas.

Economía frenada

El terremoto vino a complicar aún más la situación de vendedores y otros trabajadores informales de Oaxaca, que han visto disminuidos sus ingresos por la covid-19.

Por eso Esteban Salcedo, comerciante de ropa típica desde hace medio siglo en esta región con fuerte presencia indígena, también pedía reabrir comercios del 20 de Noviembre.

«Por la emergencia sanitaria la economía se ha detenido. A pesar de que no hay turismo, los mercados del centro de la ciudad nos dan de comer a cientos de familias, no solo a los que aquí vendemos, sino también a nuestros proveedores», comentó.

Todas las muertes por el sismo se produjeron en el estado de Oaxaca, donde además se contabilizan más de 2.000 casas con daños en 85 municipios, 15 hospitales y unidades de salud afectadas, así como derrumbes en carreteras, según el gobernador Alejandro Murat.

En Ciudad de México una treintena de edificaciones y 40 familias también tuvieron alguna afectación, mientras en todo el país se reportaron 23 personas lesionadas y 21 hospitales con daños menores.

«Casi no vendíamos por lo de la pandemia y ahora si nos cierran el mercado la pasaremos peor», había declarado a la AFP tras el sacudón Juana Martínez, vendedora de flores de 60 años en Oaxaca.

La epidemia deja en el país -de 127 millones de habitantes- 196.847 casos confirmados y 24.324 defunciones.

En Oaxaca se han presentado 510 muertes y 4.426 contagios del nuevo coronavirus, según cifras oficiales.

Daño en patrimonio histórico

En el centro de Oaxaca también sufrieron daños edificios históricos como la llamada Casa Fuerte, estructura colonial que en el pasado formó parte del templo de la Compañía de Jesús, de donde cayeron pedazos de cornisa y pretil.

Personal del Ejército retiró los escombros.

En total, cuatro templos católicos de la ciudad sufrieron daños. Ya estaban en restauración por las afectaciones que ocasionaron dos sismos en 2017, uno de los cuales provocó 369 muertos en todo el país.

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