Houston (Texas).- Estados Unidos y México se enfrentarán este domingo 6 de julio en la gran final de la Copa Oro Concacaf 2025, en un duelo clásico que promete emociones intensas y un marco espectacular en el NRG Stadium de Houston, Texas.
Será la primera vez en la historia del torneo que la final se celebra en el estado texano, y la expectativa está por las nubes con casi 60.000 aficionados ya con entradas aseguradas.
Ambas selecciones llegaron al partido decisivo tras superar semifinales vibrantes el pasado 2 de julio. En el Energizer Park (St. Louis), Estados Unidos venció 2-1 a Guatemala con una actuación estelar de Diego Luna, quien marcó dos goles en los primeros 15 minutos.
El joven talento emergente del USMNT se ha convertido en una de las figuras del torneo, acumulando tres goles en sus últimos dos encuentros y consolidándose como pieza clave en el esquema del técnico Mauricio Pochettino.
Por su parte, en Levi’s Stadium, Santa Clara, México superó 1-0 a Honduras en un encuentro cargado de intensidad ante 70.975 espectadores. Raúl Jiménez, asistido por el prometedor Gilberto Mora, fue el autor del tanto decisivo.
La edición número 18 de la Copa Oro ha sido considerada una de las más emocionantes hasta la fecha, gracias a un formato que incluyó equipos invitados y escenarios icónicos en Estados Unidos y Canadá.
Desde el inicio del torneo, Estados Unidos mostró su fortaleza, liderando el Grupo D con tres victorias, un impresionante diferencial de goles y una defensa casi impenetrable. Golearon 5-0 a Trinidad y Tobago, vencieron por la mínima a Arabia Saudita y cerraron la fase de grupos con un reñido 2-1 ante Haití. En cuartos de final, sobrevivieron una dramática tanda de penales frente a Costa Rica (4-3), con Matt Freese siendo héroe bajo los tres palos.
El camino de México también fue firme. Con un registro de 2-1-0 en la fase de grupos, superaron a República Dominicana y Surinam, y empataron sin goles frente a Costa Rica. Finalizaron líderes del Grupo A por diferencia de goles. En cuartos de final, vencieron cómodamente 2-0 a Arabia Saudita, destacando por ser el único partido de esa fase que se resolvió en los 90 minutos. Su victoria en semifinales sobre Honduras confirmó su solidez defensiva: no han recibido goles desde su debut en el torneo.
El contexto histórico entre ambas selecciones añade un ingrediente especial al duelo. Estados Unidos y México han dominado la Copa Oro, ganando 17 de las 18 ediciones previas (solo Canadá rompió su hegemonía en 2000).
Esta será su cuarta final consecutiva y un nuevo capítulo en una rivalidad cargada de historia, orgullo y pasión. Su último enfrentamiento en una final se dio en 2021, cuando Estados Unidos se impuso 1-0 en tiempo extra con un cabezazo de Miles Robinson.
Ambos equipos llegan con realidades contrastantes pero con un objetivo común. Estados Unidos, bajo presión tras perder cuatro amistosos antes del torneo, ha encontrado respuestas en su juventud, especialmente en Luna, Arfsten y el arquero Freese.
Con ausencias significativas como Christian Pulisic, Weston McKennie y Sergiño Dest, quienes disputan el Mundial de Clubes, el grupo ha respondido con temple y efectividad, manteniéndose invicto y con apenas dos goles en contra.
México, por su parte, quiere hacer historia. Dirigidos por Javier Aguirre, buscan su décimo título de Copa Oro, lo que los consolidaría como la selección más exitosa del torneo. Con un equilibrio perfecto entre experiencia y juventud, figuras como Raúl Jiménez, Keylor Navas y Alexis Vega se complementan con talentos emergentes como Gilberto Mora y Santiago Giménez.
La defensa mexicana ha sido una muralla, y su eficacia en ataque, aunque más contenida, ha sido suficiente para avanzar con autoridad.
Este enfrentamiento también adquiere un matiz simbólico: es el último partido oficial para ambos antes del inicio de la Copa Mundial FIFA 2026, la cual co-organizarán junto a Canadá. Ganar esta final no solo representa levantar un trofeo, sino también enviar un mensaje claro al mundo de que están listos para competir en casa a nivel global.
El NRG Stadium se prepara para una noche inolvidable, con miles de voces cantando, banderas ondeando y la tensión de una rivalidad histórica en su punto más alto. A las 7 p.m. (hora del este), el balón rodará y el continente entero se paralizará para ver quién se corona como campeón de la Copa Oro 2025.