La Paz (México) (AFP) – La población de Lobos Marinos de California se ha reducido de forma dramática, principalmente por el aumento de la temperatura del agua, pero en Los Islotes, santuario natural del noroeste de México, la especie crece para fortuna del ecosistema y del turismo.

Esta colonia, de 13 identificadas en el Golfo de California, pasó de 500 a 700 individuos en la última década, dijo a la AFP Hiram Rosales Nanduca, investigador de la Universidad Autónoma del estado de Baja California Sur.

«La única colonia que no solo se ha mantenido estable, sino que ha aumentado ligeramente los números es la de Los Islotes», comentó Rosales durante un recorrido por el Parque Nacional Archipiélago Isla Espíritu Santo, área protegida de esta región.

Según el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) Unidad La Paz, la población de Zalophus californianus disminuyó 65% entre 1991 y 2019, al pasar de 45.000 a 15.000 individuos debido, entre otros factores, al aumento de la temperatura del mar en 1 grado centígrado en el área del Golfo de California.

Determinar por qué la población de Los Islotes va en contravía de esa tendencia no es tarea sencilla.

«Las relaciones e interacciones de una especie con su entorno son muchísimas y difíciles de cuantificar», apunta Rosales, del Centro de Rescate y Rehabilitación de Especies Marinas de México.

«Pero el hecho de que la gente tenga conciencia, de que se haya limitado la pesca cerca de la isla, de que estos animales cuentan con un lugar al que pueden llegar a descansar o a llevar a cabo sus actividades de reproducción y crianza, definitivamente» contribuye para que «esta población se encuentre saludable», indicó el especialista.

– Nado con lobos  – 

La buena condición de los lobos es fundamental, pues son considerados «centinelas de la salud de los ecosistemas marinos» puesto que viven y se reproducen allí y son consumidores tope en la cadena alimenticia, explica Rosales.

Por ello, operadores turísticos vienen aplicando gradualmente regulaciones como la suspensión de actividades en la temporada de reproducción de los lobos, mientras los pobladores han limitado la pesca de arrastre en la que se barre el fondo marino con redes.

No obstante, fuera de la época reproductiva los turistas pueden deleitarse nadando junto a estos mamíferos de colores gris y ocre y largos bigotes.

Lo hacen durante tours por la Isla Espíritu Santo, en el límite oriental de la bahía de La Paz, a unos 25 kilómetros de la costa del municipio del mismo nombre y capital del estado.

«Es un poco aterrador, pero después se me quitó el espanto y estuvo muy padre (increíble)», contó a la AFP Esmeralda Fonseca, turista estadounidense que vivió la experiencia con un grupo de amigas veinteañeras.

Los lobos adultos suelen ser más territoriales y mantener distancia de los visitantes, a diferencia de los cachorros que se acercan curiosos y juguetones.

Los turistas también pueden apreciar formaciones geológicas, aves y, con un poco de suerte, delfines, orcas o ballenas, dependiendo de la temporada.

– Mucho por hacer – 

Pese a la buena salud de la colonia de Los Islotes, Jacqueline Ojeda, guía turística, afirma que falta hacer mucho más para proteger a todos los lobos.

«Ha aumentado la población (…) y creo que está bien, pero puede mejorar. Nos falta (…) tener un poco más de responsabilidad en su cuidado», sostuvo. 

El archipiélago forma parte del Área de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California, que desde 2005 integra la lista de Sitios Patrimonio Natural Mundial de la Humanidad de la UNESCO.

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